Educación superior al alcance de las comunidades indígenas
La formación profesional es escasa para los pueblos autóctonos. Por eso, es importante el trabajo de las instituciones que llevan la educación a estas comunidades.
La ‘educación occidental’ es para muchas comunidades indígenas un sistema ajeno a su forma de relacionarse con el mundo. En Colombia no hay universidades pensadas especialmente para sus necesidades. Algunas organizaciones indígenas están empezando a idear la construcción de universidades y modelos educativos propios, pero, para que esto ocurra, es importante que las mismas comunidades se formen en principios pedagógicos, de tal forma que puedan realizar una confluencia entre sus costumbres y los requerimientos educativos. La dificultad está en llevar la educación en pedagogía a las comunidades. En especial, si se tiene en cuenta que “solo cuatro de cada 100 indígenas colombianos bachilleres logran entrar a la universidad y solo dos consiguen su grado”, explica César Culma Yara, consejero de Educación Propia Intercultural de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC). Barreras culturales, diferencias idiomáticas, ausencia de apoyo estatal y falta de conectividad institucional con los pueblos, entre otras variables, han dificultado su formación superior.
“SOLO CUATRO DE CADA 100 INDÍGENAS COLOMBIANOS BACHILLERES LOGRAN ENTRAR A LA UNIVERSIDAD Y SOLO DOS CONSIGUEN SU GRADO”
Sin embargo, hay algunas iniciativas encaminadas a solucionar esta dificultad. Por ejemplo, en el municipio de Frontino, Antioquia, 49 indígenas Embera Katío se están formando en Pedagogía Infantil. La Fundación Universitaria del Área Andina, con el propósito de fomentar la formación profesional en esta población, educa a 86 personas en Licenciatura en Pedagogía Infantil, entre indígenas y habitantes locales. Este proceso educativo requiere de un gran compromiso por parte de los estudiantes de la comunidad autóctona. “Entre los objetivos del milenio está la educación para todos, por lo que estamos respondiendo a esta premisa. Es un compromiso de los países que hacen parte de la Unesco”, explica la decana de la Facultad de Educación Areandina, Olga Ramírez. “Para la institución es un proyecto muy importante pues responde al principio fundamental de la democratización de la educación”, concluye la docente. La Licenciatura en Pedagogía Infantil beneficia a maestros que desde el comienzo han ejercido la labor dentro de los resguardos sin que tengan que abandonar su territorio. Así pueden lograr un título profesional y mejorar sus prácticas educativas, adaptando las metodologías pedagógicas más reconocidas del mundo a su propio contexto. Hasta el momento, cuatro indígenas y nueve colonos que viven en los resguardos de Dabeiba, Curumita y Cañas Gordas han recibido el título.