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En busca de alcanzar la meta de que Colombia sea el país mejor educado de América Latina en 2025, se estableció premiar a los profesores por su desempeño. Acertado o equívoco, lo cierto es que si no se aplican las pruebas Saber este año, el esquema de est
Sin pruebas Saber, sin incentivos
Durante dos años consecutivos, 59.787 docentes, directivos y administrativos de 2354 establecimientos educativos en el país recibieron estímulos por sus resultados de desempeño de 2015 y 2016. El Gobierno Nacional, en cabeza del Ministerio de Educación (MEN), entregó 148.437 millones de pesos como incentivos a la calidad, con base en los resultados del Índice Sintético de Calidad Educativa (Isce). Dicho programa es una de las estrategias que el MEN implementó para lograr la meta: poner al país en el primer lugar en calidad educativa en Latinoamérica en 2025. Según Víctor Saavedra, exviceministro de Educación Preescolar, Básica y Media, cuando comenzó el segundo periodo del gobierno Santos hicieron una valoración de políticas que funcionaban en otros países y, luego de hacer una revisión de evaluaciones de impacto a nivel internacional y visitar países como Corea, Japón y Singapur, se comenzaron a implementar los incentivos de desempeño en Colombia. “Estas evaluaciones nos mostraron unos efectos de corto plazo muy significativos en el mejoramiento de los aprendizajes. Basados en la experiencia de otros países y asesores –sobre todo de Brasil, que las implementó en el estado Minas Gerais–, decidimos hacerlo aquí”, afirmó Saavedra. Pero, ¿en qué consiste el programa? Surgió en 2016 y lo que hace es entregar un salario (o parte de él) a los funcionarios de colegios oficiales que tengan Jornada Única o hagan parte de Todos a Aprender. Dichas instituciones deben superar, en todos los niveles, la Meta de Mejoramiento Mínimo Anual (MMA) con el Isce. ❚❚ ¿MMA, ICSE... CALIDAD? Para entender esta historia, lo primero que hay que hacer es comprender de qué habla el gobierno con todas estas siglas, estrategias y pruebas que le apuntan a mejorar la calidad educativa de Colombia. El Índice Sintético de Calidad Educativa, Isce, se creó en 2015 con el fin de medir el estado de la calidad en básica primaria, básica secundaria y media en todos los colegios del país, en una escala de 1 a 10. El índice mide cuatro componentes: progreso, desempeño, eficiencia, y el ambiente escolar. El MMA o Mejoramiento Mínimo Anual, por su parte, muestra a cada colegio cuánto es lo mínimo que debe mejorar para lograr las metas de calidad. ❚❚ EL DESTINO DE LOS INCENTIVOS Con este panorama más o menos claro, lo que se oscurece es el futuro del programa de estímulos, que depende completamente
del Isce, y por tanto de las pruebas Saber que al parecer no se llevarán a cabo este año. Lo que para Sandra García Jaramillo, directora encargada de la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo de la Universidad de los Andes es un gran error: “Si vamos a seguir encaminándonos hacia un mejoramiento en aprendizaje, no medir es no saber para dónde vamos. La justificación del Icfes es que los grandes cambios no se ven mejor cada dos o tres años. Sin embargo, esto carece de sentido si las acciones de mejora se van a tomar en el corto plazo”, afirmó. Saavedra coincide completamente con esta posición: “El Ministerio aduce muchas razones para no aplicar las pruebas: exceso de información en el sistema, agotamiento de su ciclo de vida, entre otras. La verdad es que tomar esa decisión es un acto miope dentro de la estrategia de educación. La razón real es la falta de disponibilidad de recursos”, manifestó el exfuncionario de esta cartera. La no sostenibilidad financiera de la estrategia, por supuesto, trae como consecuencia que no se seguirá entregando incentivos traducidos en dinero a docentes, directivos y administrativos. Frente a esto, el MEN le tira la pelota al cambio de gobierno. Afirma que, como es sabido, las pruebas se venían realizando cada tres años en el país (2003 - 2006 - 2009 - 2012), sin embargo el gobierno actual decidió hacerlas anualmente. En este sentido, según el MEN será el próximo gobierno el que defina su modelo de evaluación (un sistema que esté acorde con las metas y prioridades que se fijen en el cuatrenio), así como la frecuencia de estas pruebas. ❚❚ ¿PERVERSOS O ÚTILES? Aunque el programa de incentivos fue una idea importada de acuerdo al éxito que tuvo en otros países, hay quienes tienen dudas sobre la eficacia de los mismos. Para el profesor John Ávila, coordinador del Centro de Estudios e Investigaciones Docentes de Fecode, este tipo de políticas son negativas y perjudiciales para el sistema educativo: “Amenaza con romper los imperativos éticos que deben regir en lo educativo. Como en las dinámicas de mercado, la competencia puede volverse desleal; una búsqueda agresiva que genere choques entre profesionales y entre instituciones educativas. Además, un enfoque así pone en peligro la estructura del sistema de financiación de la educación”, afirmó. “Hubo muchas críticas frente a los incentivos per se, porque pueden generar comportamientos no deseables como que los profesores se centren en aquellos indicadores sobre los que van a recibir una recompensa, pero no hay todavía una evidencia empírica sólida que valide estas preocupaciones”, agregó García. Aunque puede que esto pase, Saavedra manifiesta que el Ministerio hizo todo lo posible por minimizar estos efectos negativos. “Creo que fue un programa muy exitoso, no es un proyecto que en sí mismo sea una política de mejoramiento docente. Pero creo que, cuando uno piensa en toda la estrategia de formación docente, es importante. En el contexto en el que estábamos es muy efectivo y debería tener continuidad”, afirmó. Por ahora, el programa de incentivos a la calidad seguirá en el limbo, por lo menos hasta que se defina si se volverán a hacer las pruebas Saber y si hay dinero suficiente para soportar la estrategia.