Sin crédito de fomento el cafetero no sale adelante
El exdirector Ejecutivo del Comité de Cafeteros de Antioquia, Luis Fernando Botero, reconoce que es necesario un ajuste en la institucionalidad cafetera.
Convencido de haber avanzado en las tareas esenciales de la caficultura como la renovación de cultivos y la identificación y diferenciación de las tazas, terminaron ayer doce años de gestión al frente del Comité de Cafeteros de Antioquia de Luis Fernando Botero Franco.
En diálogo con EL COLOMBIANO más que resultados individuales el dirigente resaltó el acompañamiento que recibió de diversos sectores, insistió en la carencia de crédito como el mayor problema para los caficultores y admitió la necesidad de practicar ajustes en las instituciones del sector.
¿Qué encontró a su llegada al Comité de Cafeteros y qué queda?
“La foto de hace doce años y la de hoy son distintas o muy parecidas según lo que se quiera evaluar. Si la comparación es en término de dificultades, ahí estamos. Entonces teníamos problemas de broca, de roya y aquí están, es decir que no lo hemos resuelto pero hemos avanzado. También esta- ban los problemas de crédito y estos siguen vigentes, la violencia sigue sin superarse, persisten los problemas de mano de obra que es escasa, esquiva y necesita ser cualificada. En resumen, los nombres de los problemas son lo mismos en circunstancias distintas”.
En muchos espacios se han anunciado programas de crédito, ¿se cristalizaron esos compromisos?
“Cuando llegué al Comité se hablaba del Programa Nacional de Reactivación Agropecuaria (Pran) y hoy eso se mantiene, va hasta mediados de junio. Lo claro es que no hay crédito de fomento para el campo, no lo hay de largo plazo de 15, 20 o 25 años, con tasa de interés cero o negativas y tampoco son fáciles de tramitar. Una actividad como la caficultura, sin crédito de fomento, es muy difícil que salga adelante y no va para ningún lado”.
¿Dónde se acaba la voluntad para facilitarle el crédito a los caficultores?
“Por parte del Gobierno hay voluntad, pero el cafetero lo que ve es que tiene una necesidad de crédito y el problema no se resuelve. Falta crear crédito de fomento y eso tiene que hacerlo el Gobierno porque son necesarios los subsidios y en esas condiciones ese no es negocio, mirado desde la banca. Eso lo entiende el Gobierno y eso tendrá que resolverlo alguien y tomar
la decisión”.
Otro clamor ha sido el fondo de estabilización...
“El fondo de estabilización también requiere decisión política para acompañarlo y ponerle recursos y con ello se ayudaría a amortiguar la alta volatilidad del precio del café”.
A su juicio, ¿qué genera la escasez de mano de obra para el sector cafetero?
“Al café le compiten todas las demás actividades de la ciudad entre ellas la construcción, seguridad, los oficios varios, otros cultivos e incluso la tecnología, que hace que la comunicación fluya tan rápido, hace que el recolector se vaya con facilidad para donde estén mejores las condiciones de trabajo. Ahora y en las condiciones en que se quiere aprovechar la caficultura es necesario cualificar esa mano de obra”.
¿Le pasó factura a Luis Fernando Botero la llegada de Dignidad Cafetera al Comité Departamental, en las elecciones pasadas?
“Uno entiende que estas organizaciones necesitan ajustes y si llega una nueva administración, ella está en su derecho de hacer ajustes y eso es válido. Soy un convencido que así como la caficultura necesita una renovación,
¿Es el ajuste de la institucionalidad cafetera sinónimo de la salida de Luis Genaro Muñoz de la gerencia de la Federación de Cafeteros, como lo han pedido algunos sectores y Comités Departamentales, entre ellos el de Antioquia?
(No responde).
Le cambio el tema, ¿cuál será el rol de la caficultura en el escenario de posconflicto en Colombia?
“Tendrá un papel importante no solo la caficultura sino el campo, pues las grandes iniquidades no están en las ciudades, pero sí están concentradas en el campo y todo lo que se formule tendrá que tocar a las zonas rurales y en eso no se puede olvidar de la base que desde hace 88 años ha construido la Federación ni a la cultura cafetera que tiene más de 200 años”