Televisión en línea, de televidentes a usuarios

Sin duda que las redes sociales y los dispositivos móviles cambiaron el concepto del televidente que paso de ser pasivo a tener una participación activa con los contenidos. En la televisión abierta la oferta de programas se recibe de manera lineal de acuerdo al flujo de audiencia disponible según la rutina de la audiencia. Pensando en la televisión colombiana así: a las 7 de la mañana telerevistas informativas que motivan a la audiencia ante un nuevo día; a las 12 del medio día noticieros para saber qué paso y qué sigue; a las 7 noticiero para tener argumentos para el día siguiente y a las 8 telenovelas que en el caso nuestro son el género más visto. Hoy el flujo de la programación (programas) para la audiencia (usuarios) como los jóvenes nos es lineal. Ellos reciben los contenidos por múltiples pantallas en las que el televisor no es el rey sino que dentro de en un entorno convergente es una pantalla más como lo es el computador, la tableta o los iphone o smarthphone. En esta nueva era como la llaman muchos teóricos el relato se diversificó y hay que pensarlo para varios medios debido a que los usuarios o superusuarios (o adictos a las tecnologías nombrado de esta manera por comunidades médicas), desean estar en red para estar conectados con el presente. Se trata de una sociedad en la que el goce y el deseo se encuentran en las múltiples pantallas. Usuarios en búsqueda permanente de diversión, expresión e información cercana. Usuarios que encuentran sentido en estos medios porque pueden expresar su subjetividad desde “mis videos, mis fotografías y mis mensajes”, debido a que nos encontramos en una revolución tecnológica que también es social, en la que el ciudadano cuenta con más competencias para comunicar. La relación con el medio es para contar su historia y llenar las plataformas de mensajes. Ellos crean el medio y se les conoce como “prosumidores” (Tofler).