Preocupación general por sedes de los Juegos Nacionales.
Respaldo a Chocó y Tolima, que los aplacen para el próximo año y que no se pueden mover de fechas, entre las alternativas de los dirigentes.
El ultimátum del presidente Juan Manuel Santos a Chocó y Tolima, al manifestarles que si dentro de 14 días no tienen resueltos los temas de contratos para las obras de los Juegos Nacionales estos se trasladarán a otras regiones, generó diferentes reacciones entre las federaciones deportivas del país.
Algunas, en una actitud solidaria, confían en que los plazos se puedan cumplir. Otras aseguran que lo mejor sería aplazar los Juegos, propuesta que de inmediato es rechazada por otros dirigentes, porque muchos atletas tienen previsto buscar en este certamen las marcas que los acerquen a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro-2016.
Jairo Romero, vicepresidente de la Federación Colombiana de Baloncesto, señaló que las determinaciones se debieron tomar antes, “porque esto ha estado muy atrasado”. Esta disciplina se jugará en Quibdó y su opinión es que el tiempo solo les alcanzará para remodelar escenarios, no para construir los nuevos.
Carlos Grisales, presidente de la Federación Colombiana de Voleibol, aprovechó para expresar en forma personal que las fechas de los Juegos van en contravía de los calendarios internacionales y que siempre deben organizarse entre mayo y agosto.
“La situación actual, más que para nosotros como ente organizador de un deporte, es compleja para las regionales. Hay mucha incertidumbre y yo preferiría que se hicieran el próximo año”, apuntó.
Para Ramiro Varela, presidente de la Federación de atle-
tismo, aplazar los Juegos sería fatal. Recordó las complicaciones previas por las finanzas públicas, pero dijo que si se trabaja las 24 horas del día las obras se podrán hacer. “Siempre se ha presentado esta coyuntura para eventos nacionales e internacionales, y al final se cumple. Nosotros los necesitamos en las fechas previstas debido a la planificación que han hecho los deportistas”.
Los Juegos se hacen este año, reiteró Santos. En Tolima hay opiniones divididas y en Chocó siguen manejando optimismo, pero sin obras reales