En horas pico EL METRO se queda corto
Investigación recomendó emprender acciones al Metro para mejorar servicio en horas pico. Metro reveló cambios en el servicio de líneas A y B
Personas apiñadas en los vagones, pasajeros buscando un espacio entre la multitud para ingresar al coche. Viajeros que esperan desilusionados, con paciencia o desesperados, la llegada de un nuevo metro porque no pudieron acceder al que se encontraba en plataforma y usuarios haciendo largas filas para comprar tiquetes.
Estas son algunas situaciones que reflejan la congestión presente en las líneas del metro, especialmente en las horas pico que retrasan el ingreso al trabajo, al colegio o la llegada a cualquiera que sea el destino de los pasajeros transportados, pese a los esfuerzos y estrategias de la empresa de transporte masivo para ofrecer un mejor servicio.
Para conocer tiempos de atención y espera en taquillas y torniquetes e identificar posibles opciones que permitan disminuir los tiempos, entre otros, la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, realizó una investigación en todas las líneas del Metro.
Y uno de los aspectos resaltados en el estudio señaló que en la Estación San Antonio, línea B, entre 5: 30 p.m. y 6: 30 p.m. hubo momentos en que 800 y 900 personas no subían al vagón.
Aunque se trata de una cifra aproximada, pues es difícil contar los usuarios en las aglomeraciones, estos no accedían porque no cabían en los coches que transitaban por esa la línea, en horas pico. “Son situaciones muy puntuales”, dijo el director de la investigación, John Jairo Posada Henao, ingeniero civil, especialista en vías, transporte y doctor en ingeniería.
A ello se suma, que en la plataforma A, un promedio de 600 personas no pudieron personas en promedio no pudieron abordar el tren en la tarde en la plataforma A, según estudio de U. Nacional. minuto se toma un usuario en la fila antes de comprar el tiquete. Algunos duran 20 minutos en la línea A.
abordar el tren en la tarde y cerca de 350 no lo hicieron en las horas de la mañana determinó el informe.
Pese a que no era objeto de estudio conocer las razones por las cuales los usuarios no subían al coche, se identificaron algunas causas como la falta literal de espacio físico en el vagón que impedía subirse a él.
Esta situación se observó en las estaciones de mayor afluencia de usuarios como Niquía, San Javier, La Estrella, Sabaneta, San Antonio, y Parque de Berrío. “El Metro no tiene capacidad suficiente para atender a todos los usuarios que están en plataforma esperando ser atendidos en las horas de alta demanda. En algunos momentos era tal la cantidad de usuarios pendientes por acceder al servicio, que podrían llenar un nuevo tren”, reveló el director de la investigación, Posada Henao.
No obstante, se concluyó que existen otras razones por las cuales las personas no toman el vagón: algunos pocos, se quedan esperando un familiar; otros, entre tanto, aguardan un vehículo más descon-
gestionado para estar más cómodos; y hay quienes, muy poquitos, prefieren irse sentados, así deban esperar más.
El trabajo de campo se realizó entre octubre y noviembre de 2013, pero dado a conocer recientemente.
Los resultados se socializaron con el Área Metropolitana, entidad que contrató el análisis y el Metro de Medellín.
Recomendaciones
El análisis sugiere, que el Metro requiere más puntos de re-
carga de la tarjeta cívica como farmacias, establecimientos comerciales, almacenes de cadena e incluso en línea, quienes tengan acceso a la web. Asimismo, aumentar el número de taquillas que atienden a los usuarios, en esos
momentos de mayor afluencia. Es de anotar, que algunas ventanillas no tenían personal que atendiera. “No es fácil por que se requiere programación de personal, para que trabaje una hora en determinada estación”, señaló Posada.
En algunas estaciones se recomienda ubicar más torniquetes y en otras, los existentes ponerlos a funcionar en la dirección que se requiere.
El menor intervalo de paso de los trenes por las estaciones es otra propuesta.
Actualmente, en hora pico la frecuencia de la línea A es de 3,40 minutos y en la línea B es de 5,15 minutos. En las llamadas horas valle, la frecuencia es de 6 minutos en las líneas A y B.
También, los niveles de servicio según ocupación de espacio no son adecuados dicen los expertos.
La investigación recomienda igualmente, realizar estudios que permitan identificar el nivel de servicio que se brinda al usuario y que este perciba, según los tiempos de espera en las zonas de espera y atención.
Más congestión
De acuerdo con los expertos, las estaciones con mayor congestión en ambas líneas son San Antonio, Niquía, La Estrella, Parque Berrio, Sabaneta y Floresta.
Tiempos de espera
El análisis reveló que en promedio los usuarios se demoran cinco minutos para acceder a la taquilla, dentro de los valores más altos, en las horas de alta demanda. No obstante, hay quienes tardan menos y otros más.
El acceso a la taquilla no siempre es fácil, pues en algunos casos el pasajero está a la intemperie tanto en días soleados como de fuertes lluvias.
La atención en taquilla es relativamente rápida, dura entre 10 y 15 minutos.
Otro hallazgo indicó que la demora media de las personas haciendo fila en el torniquete es de 1,5 a dos minutos.
Las estaciones donde los pasajeros tardan más tiempo en hacer la fila, son prácticamente las mismas, donde algunos se quedan por fuera del vagón. Sitios con mayor afluencia de viajeros.
El profesor Posada aclaró que no todas las estaciones tienen el mismo horario de alta demanda. Esta varía, en Poblado es distinta a San Javier, por ejemplo. Puntualizó que la congestión en algunas estaciones durante las horas pico, desmotiva a los pasajeros que pueden buscar otras opciones de transporte