Buscan llevar agua a cada rincón del departamento
El Plan Departamental de Agua de la Gobernación suma grandes logros en los territorios más apartados.
Hoy, 22 de marzo, es el Día Mundial del Agua. Una fecha que es utilizada no solo para generar conciencia al rededor de la función esencial de nuestro líquido vital, sino también para hacer un repaso de las acciones individuales y colectivas en pro de gestionar su cuidado.
Casualmente, se cumplen 22 años de la celebración de este día y el tema escogido para el 2015 es: ‘Agua y Desarrollo Sostenible’, entonces ¿Por qué no aprovechar esta coyuntura para saber cómo estamos en Antioquia?
Aunque nuestro departamento es rico en fuentes hídricas, su topografía y malos manejos en el pasado de los recursos financieros para el agua han sido un obstáculo para que los municipios tengan una mejor cobertura e infraestructura en acueductos, redes y alcantarillados.
En los últimos tres años se ha logrado un avance. La alianza de la Gobernación con el Gobierno Nacional, materializada con el Plan Departamental de Agua, es uno de los pilares del éxito de este desarrollo. Pero antes que nada, se tuvo que organizar la casa.
“Desde el empalme, empezamos a buscar y habían varias cosas por revisar: la primera, que el tema de residuos sólidos, el aseo, no era manejado directamente por la gerencia, sino que se manejaba por la Secretaría de Medio Ambiente, entonces juntamos todos los servicios públicos domiciliarios. Segundo, revisamos la prestación del servicio de gas natural, porque no habían visualizado su potencial como fuente energética. Entonces, arrancamos arreglando la casa, vinculando los cinco servicios públicos domiciliarios y vinculándonos funcionalmente a la Secretaría de Infraestructura Física”, aseguró Astrid Barrera Roldán, gerenta de Servicios Públicos de la Gobernación de Antioquia
Hoy en día, los resultados saltan a la vista (ver gráfico), hay una prueba tangible del mejoramiento de la calidad de vida de miles de antioqueños que antes no tenían acceso al servicio de agua potable y que no se imagi- naban que lo llegarían a tener. Aunque todavía falta mucho trabajo y conectar a más personas con el líquido vital, apto para el consumo, si se materializaron muchas obras.
Para este último año, la Gerencia de servicios Públicos tiene 14 obras civiles en obra, 16 proyectos en contratación, 7 viabilizados, 35 en ejecución, evaluación y formulación, 11 proyectos urbanos en fase de diseño y 48 rurales. escuelas rurales se benefician con sistemas portátiles de potabilización.
Promesa cumplida
San Juan de Urabá, en el Urabá antioqueño, es uno de los municipios más nuevos del departamento. Hace menos de 30 años era un corregimiento de Arboletes, sin embargo, su planificación, como la de la mayoría de los municipios de la región, no fue la más adecuada, por lo que siempre han tenido problemas con los servicios públicos, porque simplemente carecían de estos.
Estas necesidades se convirtieron en promesas de campañas de varios políticos y aunque muchos lograban conseguir los recursos, nunca materializaron los compromisos y, como siempre, la plata se desaparecía. Ante impotencia de ver cómo siempre se robaban los dineros que debían ser destinados para la construcción del acueducto y el alcantarillado, los pobladores realizaron decenas de protestas, unas pacíficas, otras violentas, que bloqueaban las vías de acceso, reclamando lo que les prometían.
Pero, como ‘no hay plazo que no se cumpla y deuda que no se pague’, esta Administración Departamental sí logró lo que muchos prometieron y no cumplieron: darles agua potable.
El próximo viernes 27 de marzo, el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo Valderrama, inaugurará oficialmente las obras del acueducto, ejecutadas en el marco del Plan Departamental de Agua, trabajos en los que se invirtieron mas de 7.940 millones de pesos. Con las obras previstas en el sistema de alcantarillado, ya se encuentra en proceso la licitación para adjudicar este proyecto, por un valor de cerca de 5.000 millones de pesos.
“Hoy en San Juan, terminamos el acueducto y estamos contratando el sistema de alcantarillado; esta población va a quedar como un municipio con un cien por ciento de cobertura en agua potable y saneamiento básico, esto inclusive va a subir su nivel de gestión. En los 29 años de vida municipal que lleva San Juan de Urabá, nunca había tenido una intervención de esta magnitud”, manifestó la gerenta de Servicios Públicos.
La intervención en San Juan no fue solo de la Gobernación de Antioquia, allí también participaron el Gobierno Nacional, a través de Ministerio de Vivienda; y a la Administración local.
“Me dan hasta ganas de llorar de la alegría. ¿Usted sabe lo que es esperar esto por tantos años y ahora poder llegar a la casa y saber que tengo una llave en la que por fin tengo agua potable? Es una gran felicidad”, dijo emocionada Liris Marelys Santos Díaz, habitante de San Juan de Urabá.
Murindó, caso complejo
A principios de la década de los 90, Murindó fue afectado por un terremoto de 7,2 grados en la escala Ritcher. Aunque la sacudida no dejó víctimas mortales en la localidad, prácticamente destruyó gran parte del casco urbano, lo que generó el traslado del municipio a orillas del río Atrato.
“Murindó tiene una condición muy especial, está en un proceso de reubicación, que nos exige ser responsables, ¿en qué sentido? En que no podemos hacer unas inversiones cuantiosas en infraestructura, hasta tanto no se defina el sitio definitivo en el que va a quedar el casco urbano, es decir, no podemos invertir en el caserío actual, ya que es un asentamiento temporal; eso sería botar los recursos. Hay que ver cómo va a quedar, para definir las soluciones permanentes de Murindó”, concluyó Barrera Roldán.
Sin embargo, la gerencia de Servicios Públicos instaló unos sistemas portátiles alternativos de potabilización de agua, para asegurar que el líquido sea apto para el consumo humano en el colegio, el hospital y otros sitios estratégicos para la población.
Por su parte la directora del Departamento Administrativo de Planeación de Antioquia, María Eugenia Ramos Villa, advirtió que todavía faltan muchos pasos legales para lograr el traslado definitivo de la cabecera municipal.
“Logramos algo muy importante, que es la aprobación del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder), porque toda esta zona es de reser-