GOBIERNO INFORME
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El gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo Valderrama, y el alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria Correa, responden en su cuatrienio por el manejo de un presupuesto conjunto de 76,3 billones de pesos. Si ese dinero fuera de un particular, le alcanzaría para ocupar el puesto 20 en la lista de los grandes billonarios del mundo, pues supera los 29.300 millones de dólares.
Ese tesoro público es de todos los antioqueños, que de paso son quienes más lo robustecen cuando pagan impuestos. Tan cuantioso es, que duplica la fortuna de Luis Carlos Sarmiento Angulo, el rico número uno del país; supera en más de 14 veces la riqueza de Carlos Ardila Lülle; y equivale a 29 veces el patrimonio del millonario “más pobre” de la lista de la revista Forbes, o sea el señor Yuan Yafei, que con 1.000 millones de dólares está de 1.741 en dicho ranquin.
El lícito manejo de tal dineral no da para que quienes ejercen esos cargos públicos terminen convertidos en “nuevos ricos”, dado que su salario básico mensual es inferior a los 13 millones de pesos. En su período como gobernador de Antioquia (2004-2007) Aníbal Gaviria Correa obtuvo en salarios, cesantías, bonificaciones, primas, vacaciones, etc, 663,5 millones de pesos. Su sucesor, Luis Alfredo Ramos Botero, devengó 805,3 millones y Sergio Fajardo Valderrama, el actual, llevaba al mes de febrero de 2015 un total de 714,5 millones de pesos.
Algo similar pasa con los últimos alcaldes. Sergio Fajardo se ganó 644,6 millones (2004-2007), Alonso Salazar recibió 786,4 millones y Aníbal Gaviria percibió en sus primeros tres años 704,7 millones. Si ellos no se vuelven millonarios, menos lo serían sus subalternos, quienes ni ahorrando cada centavo que les pague el sector público podrían salir a comprar costosos caballos, fincas, apartamentos, lujosos vehículos y a tomar largas vacaciones de ensueño.
Es tiempo de elecciones. Y estos datos cobran relevancia porque, bajita la mano, las nuevas cabezas del Municipio y la Gobernación custodiarán 85 billones de pesos. Esa riqueza es de todos. Inclusive de quienes creen que la política es solo una cuestión de los políticos
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