Hallar a desaparecidos es un reto, aun con acuerdo Gobierno-Farc
El tema está sobre la mesa de negociaciones como otro gesto de desescalamiento del conflicto armado y en respuesta a los derechos a la verdad y reparación de las víctimas.
La búsqueda de desaparecidos se anticipa como uno de los próximos acuerdos sobre la mesa de negociaciones del Gobierno y las Farc. Pero más allá de ser un anuncio positivo, la tarea de encontrar a cerca de 30.000 víctimas de todos los actores del conflicto es un reto difícil.
Tantos los negociadores del Estado como la insurgencia filtraron la semana pasada que el tema es considerado en las conversaciones en La Habana. El exdirector de la Policía, el general (r) Óscar Naranjo, aseguró que se “estudia la búsqueda de las personas “que se perdieron durante los enfrentamientos entre guerrilla y Fuerza Pública”.
Por la contraparte, el jefe guerrillero Rodrigo Granda confirmó que “se está hablando y estamos dispuestos a echar adelante esa búsqueda aquí en la mesa”.
Tras décadas de conflicto, la desaparición forzada se convirtió en un arma de guerrillas, grupos paramilitares e, incluso, de agentes estatales para eliminar a “enemigos” sin dejar rastro del crimen.
Según la Comisión Nacional de Búsqueda de Desaparecidos, fueron reportadas perdidas desde 1938 hasta 2014 cerca de 90.000 personas. De estas, la Fiscalía registra que 30.000 son posibles víctimas de desaparición forzada.
Verdad y reparación
Por eso el anuncio de un plan de búsqueda alivia a víctimas de esta práctica como Teresita Gaviria, presidenta de la Asociación Madres de la Candelaria y una de las 60 personas que viajó el año pasado a La Habana a reunirse con los negociadores. “Es la mejor reparación que nos pueden hacer. Solo en nuestra asociación tenemos 882 familias (362 afectadas por las Farc) que buscan a 1.170 desaparecidos... yo busco a un hijo, un hermano y un sobrino”.
Una prueba de la dificultad para encontrar a desaparecidos es que, tras 16 años de lucha, han encontrado a 110 personas. Todas muertas.
A Teresita le dolió confirmar una cruel verdad en su viaje a Cuba. “Ellos (guerrilleros) negaban que mataban y desaparecían personas, pero allá me reconocieron que muchos seres queridos nunca los encontraremos porque arrojaron sus cuerpos a los ríos”.
Otra voz que advierte del reto de la búsqueda de los desaparecidos es María Consuelo Jáuregui, directora de la Fundación País Libre. “Solo entre los secuestrados por las Farc, que nunca aparecieron, tenemos 72 víctimas desde 1996, pero otras fuentes señalan más”.
Considera que un acuerdo entre Gobierno y las Farc ayudaría a “centenares de familias que creen que sus parientes siguen vivos y secuestrados (o reclutados), quienes siguen enviando mensajes y esperándolos. Eso es doloroso”.
Esta ong indica que 284 plagiados por las Farc murieron en cautiverio. Muchos de esos cuerpos son reclamados por sus familias, que no pue-
den ir a buscarlos porque murieron en zonas de conflicto.
De materializarse el acuerdo se sumaría a los anteriores sobre desminado y fin del reclutamiento de menores, cuyos objetivos son “desescalar el conflicto y darle confianza a la sociedad de que el proceso de paz avanza con logros concretos”, según Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos