¿DÓNDE ESTÁ LA AUTORIDAD?
Nuestras autoridades, y la dirigencia que dice laborar para tener un mejor país, se dedicaron a trabajar y a legislar para su propio beneficio. En el sector privado se especializaron en los carteles de los pañales, del papel higiénico, del cemento, de los medicamentos, del arroz, la papa, etc., y en el sector público solo piensan en elecciones, en coaliciones, en mejorar sus megapensiones, etc., esperando que legislen por una buena salud, educación, empleo digno y de calidad, pero no, al pueblo lo único que le toca es presenciar ese circo tan deplorable que estamos viendo. Lo preocupante es que cuando alguien de los llamados intocables es investigado, quienes se atreven a delatarlos empiezan a recibir amenazas, o bien de los investigados -criminales de cuello blanco-, o de gente del bajo mundo. ¿Cuándo los colombianos más pobres y necesitados vamos a tener una salud digna, empleo formal, unos dirigen- tes que de verdad se dediquen a gobernar y a actuar para quienes los eligieron? Los oportunistas de siempre, aprovechando la crisis, siguen insistiendo en una Constituyente, pero con los mismos y las mismas. En muchos debates se concluye que no necesitamos constituyentes, pues leyes tenemos de sobra, lo que hace falta es quién las haga cumplir y que no se tapen el uno al otro, como lo que está ocurriendo en el Congreso y en las Cortes. ¿Y dónde están la dirigencia, las universidades, los jóvenes, quienes van a ser los más afectados con las leyes laborales, pensionales y de salud?