EMPIEZAN TEMPORADA
Natalia Durán y Jorge Libreros son titiriteros, dedicados a su arte. Desde el taller hasta la escena, todo un proceso que pasa por enamorarse.
A partir de este viernes, Jabrú Títeres no para de presentar sus obras en distintos escenarios de la ciudad. Hoy, por ejemplo, El sapo enamorado se puede ver en CasaTeatro El Poblado, a las 11:30 a.m. Luego siguen con las cajas misteriosas, una técnica unipersonal. Informes: jabrutiteres.blogspot.com. tra de que el trabajo de Jabrú es de amor, entrenamiento y trabajo: que uno ponga la mano izquierda, el otro la derecha y el muñeco mueva sus manos, las de ellos, como si ambas fueran suyas y las mandara el mismo cerebro.
Natalia y Jorge son exigentes. Lo quieren perfecto, porque lo que se dignifica con la calidad es el arte del títere. Entonces hablan de pasión, de que es un trabajo que no es un trabajo, del sacrificio –pasearse por muchas ciudades conociendo solo los teatros–, de lo juiciosos y organizados que son hasta con los gastos –ya la casa es de ellos, pero cuando no, pagaban seis meses de arriendo para dedicarse a la creación o con lo de una obra o dos, cubrían las necesidades básicas y seguían creando–, de que los vecinos han creído que tienen un papá rico que los mantiene, porque cómo, por Dios, vivir de los títeres, de lo que se inventan –en el laboratorio-bodega-taller tienen luces para ensayar, que hicieron con tarros de leche, pero que alumbran como profesionales–, de que decidieron trabajar en esto hasta que se jubilen, y eso que tal vez no haya jubilación. De lo felices que son