El Colombiano

Trámites retrasan la reubicació­n de Murindó

El nuevo sitio escogido para el traslado, cerca al pueblo que arrasaron dos terremotos en octubre de 1992, es propiedad de la comunidad afro.

- Por RODRIGO MARTÍNEZ ARANGO

Normas de protección del territorio, como las leyes 70 sobre tierras colectivas, y la 2, de 1959, de reservas forestales del Pacífico tienen en ascuas el reasentami­ento de Murindó, actualment­e ubicado en una zona de inundación del río Atrato, por lo que permanece sumergido más de seis meses al año.

El secretario de Gobierno de la población del Urabá antioqueño, Carlos Nayib Quejada, indicó que antes de iniciar cualquier diseño o inversión hay que legalizar el territorio, que es propiedad de la comunidad afro, por lo que se está buscando la desafectac­ión por medio del Ministerio del Interior.

Anotó que otro trámite que hay que realizar es ante el Ministerio del Medio Ambiente, también para desafectar­lo, porque la región está protegida por la Ley Segunda, como Reserva Forestal del Pacífico.

Recordó que los trámites para trasladar el casco urbano del municipio se iniciaron en 2014 y para ello han contado con la colaboraci­ón de la Gobernació­n de Antioquia y de la Gerencia de Negritudes.

“Es un trámite muy lento e, incluso, hay que realizar una consulta popular para saber si la comunidad está de acuerdo, aunque la vemos como un absurdo, ya que es la misma ciudadanía la que está pidiendo a gritos el traslado, por la problemáti­ca de inundacion­es que presenta el asentamien­to actual, lo que impide realizarle mantenimie­nto a la infraestru­ctura, en especial del cole- mil habitantes es la población calculada del casco urbano de Murindó, ubicado en riberas del río Atrato.

gio y el hospital y limita las actividade­s agrícolas”, dijo.

Manifestó que el nuevo pueblo sería construido muy cerca, pero en lugar alto y seguro, del que fue abandonado el 17 de octubre de 1992, cuando dos terremotos, que no dejaron víctimas en el casco urbano, erosionaro­n las montañas cercanas y toneladas de lodo y árboles arrasados produjeron una empalizada que bajó por el río Murindó y taponó la población, de la que hoy solo queda el cementerio.

Concluyó que también será muy importante que el municipio quede conectado por carretera con Mutatá, porque sin vía de nada servirá el reasentami­ento.

La carretera

Hasta el momento hay una vía que comunica a Mutatá con el corregimie­nto Pavarandó y el sitio Urada, que está a solo 9 kilómetros del que sería el nuevo Murindó.

Carlos Alberto Ramos Mosquera, jefe de Planeación de Murindó, precisó que el proyecto es reubicar el municipio en la vereda Carrizal, a orillas de la quebrada Bonita, en un terreno de 175 hectáreas en el que se construirá­n 500 casas, para los más de 2.000 habitantes, con una zona de expansión urbanístic­a.

También proyectan la construcci­ón del palacio municipal, el colegio, el hospital y un aeropuerto.

Comentó que para el sitio donde está actualment­e Murindó, a 12 kilómetros del terreno donde esperan ubicar el nuevo pueblo, planean un puerto regional que los comunique con el Golfo de Urabá y sirva a otros municipios como Vigía del Fuerte, en Antioquia; Bojayá, Carmen del Darién; y Riosucio, en Chocó.

La directora de Planeación de Antioquia, María Eugenia Ramos, coincidió con los funcionari­os de Murindó que están en un proceso que requiere una cantidad de pasos, lo que ha retrasado el proyecto.

Sin embargo, ya dieron uno importante al lograr la autorizaci­ón del Incoder para que se realicen las acciones requeridas para desafectar el sitio de territorio afro y ahora falta segregar por actos administra­tivos el lugar del nuevo pueblo de la reserva forestal.

Otro problema de Murindó es que es el único municipio de Antioquia que está en Ley 617 y sus recursos los administra la Gobernació­n

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