INCENTIVOS Y LEYES ATENTAN CONTRA CALIDAD EDUCATIVA
El pasado 25 de marzo se lanzó la campaña “Día de la excelencia educativa”, nuevo sistema de evaluación para todos los colegios del país, públicos y privados. En esta evaluación se miden los logros de la institución educativa, se fija una meta y se diseñan estrategias para su mejoramiento.
Es una política de remuneración, con el cumplimiento de las metas todo el perso- nal de la institución, desde el vigilante hasta el rector, tendrá un salario adicional.
Esto llevará a competir a los maestros, a ponerlos unos contra otros, a desestabilizar el ambiente de armonía y compañerismo entre los mismos docentes. Esta será la lógica a la que nos llevará el Presidente y la ministra de Educación anunciando un gran salto por la calidad de la educación y depositan en los hombros de los maestros la responsabilidad absoluta de sus resultados.
Dicen que se debe evaluar a los profesores y medirlos según los resultados de sus estudiantes. Pero no tienen en cuenta: carencia de bibliotecas institucionales, aulas para 40 alumnos, reducidas y con hacinamiento, pupitres en regular estado, falta de laboratorios, falta de profesores de planta, falta de aulas especiales para niños con problemas de aprendizaje y comportamiento diagnosticados, poca capacitación del docente.
Además los estudiantes de hoy no quieren hacer nada y están protegidos con los derechos de los niños y ley del menor, no se les puede decir nada ni regañar porque lo toman como maltrato infantil.
Todo parece estar en contra de los maestros y a favor de los niños, totalmente empoderados, apáticos e irresponsables, llenos de derechos pero sin deberes.
Señora ministra Gina Parody ¿qué hacer con estos padres que llegan al colegio a ponerles problemas a los profesores y acuden a denunciarlos a las instancias superiores porque no se les puede decir nada a sus lindos retoños, que no tienen defectos, que no mienten, que son perfectos?
Desde que se creó la ley que obliga a que el estudiante pase al año siguiente, Colombia ha caído al abismo del último lugar comparado con muchos países según las pruebas Pisa.
¡Pobres maestros y educación de ahora!