Voracidad de Sabina no para: reina en jiu jitsu
En solo tres días, la antioqueña realizó tres brillantes torneos. “Estoy feliz; ahora mis metas son más altas”.
Cuando le entregaron la medalla, en lo más alto del podio, Sabina la tomó y se la llevó a la boca. “Morderla” ya es un rito que se ha vuelto casi que sagrado en el deporte. Y ella lo hizo con ganas.
Unos minutos atrás, la practicante antioqueña de artes marciales mixtas había alcanzado el título nacional en una de las modalidades que más le gusta: el jiu jitsu brasileño, en el torneo cumplido el fin de semana, en Cali, superando la franja de los cuatro combates previstos en su camino exitoso hacia la final en la división de los 64 kilogramos.
Cuarenta y ocho horas antes protagonizó el duelo femenino colombiano durante la velada de SFC -Striker Fighting Championship-, en Barranquilla, donde debutó oficialmente en el mundo competitivo de las MMA -artes marciales mixtas- y superó en candente pleito a la también antioqueña Alejandra Lara -Azul-.
No contenta con esto, Sabina Mazo, 18 años recién cumplidos, volvió a subir al podio, un día después, para reclamar la presea de plata en la modalidad de absoluto del Fighting Time Tournament solo superada por Marcela Sánchez, de 80 kilos, 16 más que la paisa y que al final pesaron más en la definición, por puntos, del cinturón azul de los 64 kilos.
Irradia felicidad
“Estoy feliz; creo que todo se debe a la disciplina, al empeño y al trabajo de grupo. Pero igual siento alegría por el éxito de mis compañeros de Muay Thai Medellín, de mi profesor - David González-, de Kevin Cuervo, entre otros”.
Más meritorio el hecho de haber quedado segunda entre todas las competidoras, con pesos menores o superiores.
“Confirma, a pesar de su juventud, que tiene condiciones y que aquí está comenzando su historia”, narra González.
Por lo pronto descansa mientras se recupera de los golpes, pensando en su próximo reto: ser campeona nacional de boxeo. “Aquí estoy sacando los morados”, comentó ayer Sabina, la chica de piel blanca, cabello rubio y cuya furia salvaje se esconde detrás de un rostro angelical