JULIO COMO EJEMPLO
Julio aún no acaba y podemos decir que ha sido un desastre. Una pesadilla. En la lucha contra el terrorismo radical de bases religiosas, Europa y Medio Oriente sufren un mes de terror con bombas y atentados individuales que suman centenares de muertos. Francia, Alemania, Irak, Siria y Afganistán; reciben de pleno los atentados espontáneos o calculados del Estado Islámico. Todos esperan más porque saben que vendrán más.
Los ochenta y cuatro muertos en Niza causados por un lobo solitario o los apuñalados en un tren alemán por un desequilibrado joven afgano, representan la incontrolable avalancha yihadista individual que tanto teme el viejo continente. Radicalizados de último minuto a través de redes sociales que descargan toda su locura en un episodio fatal de pocos minutos. Impredecibles y certeros.
De otro lado las explosiones calculadas de carros o cinturones bombas que dejaron casi noventa muertos en una manifestación en Kabul el sábado pasado o el kamikaze que acabó con dos centenares de vidas en Bagdad, son la cara de un medio oriente insostenible. Es allí donde se está peleando la verdadera guerra contra EI, así para nuestros medios sean noticias de pie de página. Son estas naciones las que ponen los mares de sangre y los millares de refugiados que le huyen al infierno del que Europa siente salpicaduras.
Los titulares de rojo escandaloso y el sonido de los extras en el televisor están enloqueciendo a las ciudadanías occidentales. A eso hay que sumarle la falta de contexto histórico, las apabullantes simplezas informativas y las generalizaciones malintencionadas, que influyen en poblaciones desconfiadas dispuestas a todo contra el diferente. Los re- sultados de esta demencia masiva son discursos políticos enardecidos contra las minorías, muros y alambradas en las fronteras y aumento en las condiciones para los visados. Estados Unidos para los estadounidenses y Europa para los europeos. Sea lo que sea que signifique esa fórmula que ya mostró su perversidad.
La solución inmediata no existe y el afán de los líderes occidentales de enseñar resultados a corto plazo, populistas, adobados con el apellido de las venganzas, solo permite que el demonio crezca. Es lo que estamos viendo. Bombardeos como desagravios que son gasolina para todo este fuego. Julio, así hele el corazón decirlo, es una pequeña muestra de lo que viviremos en los meses venideros
Los resultados de esta demencia masiva son discursos políticos enardecidos contra las minorías, muros y alambradas.