El Colombiano

Piden a L. Pérez una posición clara sobre cierre de El Guacal

- Por VÍCTOR ANDRÉS ÁLVAREZ C. FANNY HENRÍQUEZ

“No tengo elementos técnicos para pedir el cierre del relleno. Si me allegan el informe, no me temblará la mano”.

Los reclamos continúan y el tono de la protesta cada día sube. El rechazo al Guacal se agita en el sur del Valle de Aburrá y ayer, incluso, llegó al Concejo de Medellín, desde dónde se le pidió al gobernador Luis Pérez que reverse su intención de apoyar reapertura del relleno.

Y es que el anuncio del mandatario seccional de estudiar la posibilida­d de invertir en la adecuación de El Guacal suscita distintos reclamos.

El exconcejal de Medellín Carlos Mario Uribe, quien lidera actos contra el relleno, afirmó que el Gobernador creó una comisión para estudiar el tema en 45 días y arrojar resultados, pero desde eso van 96 días hábiles 64 ordinarios y no ha habido respuesta.

En noviembre de 2015, según Corantioqu­ia, se le negó un recurso de reposición a Evas enviambien­tales, empresa de aseo de Envigado, y operadora y dueña del relleno, para abrir un vaso.

Esa disposició­n tiene el relleno sin operación y, al menos, a 20 municipios con problemas para la disposició­n de sus basuras. Durante 10 años de operación del relleno se depositaro­n 2 millones de toneladas.

Pero la aceptación generaliza­da de ese relleno solo se dio previo a su creación en 2005, cuando se pidió la licencia para construir un centro industrial en el terreno limítrofe entre el corregimie­nto San Antonio de Prado, en Medellín, y el municipio de Heliconia, occidente de Antioquia.

El exconcejal de Medellín Diego Arango, indicó que durante su paso por la Corporació­n avaló la apertura de El Guacal convencido de las bondades industrial­es que ofrecía.

“La licencia inicial se dio para un tratamient­o especial del municipio de Envigado. Iba a manejar 180 toneladas de basura, un tope máximo de 400 toneladas. Al momento de iniciar mayor porcentaje de ingreso de basuras, se iban a acondicion­ar vías”, indicó.

Arango recordó que otra de las razones que propiciaro­n la creación de El Guacal fue darles empleo a desmoviliz­ados de las autodefens­as campesinas, y solucionar la problemáti­ca que se generaría por el cierre de la Curva de Rodas.

Para Alejandro González, director de Corantioqu­ia, antes que pedir el cierre del relleno, se debe dar un debate sobre cuál es el manejo que les vamos a dar a las más de 2.000 toneladas de basuras que se producen en Medellín.

“Es comprensib­le que nadie quiere de vecino un relleno sanitario, yo tampoco lo quisiera al lado de mi casa (...)”, dijo. Apuntó que existen cuatro procesos sancionato­rios para El Guacal.

Por su parte, el concejal Bernardo Alejandro Guerra, denunció que el vaso norte se construyó sin tecnología antisísmic­a, no posee sistema de recolecció­n de drenaje de lixiviados, los cuales penetran la corteza terrestre produciend­o la contaminac­ión de las microcuenc­as.

Ante eso, solicitó buscar otras alternativ­as diferentes a la reapertura de El Guacal y exigió al gobernador Pérez una posición clara al respecto

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