Historias de cómo se hicieron diseñadores seis colombianos.
Algunos han empezado a forjar sus carreras por fuera del país. Consejos y recomendaciones
TENDENCIAS
Emprender no es fácil y equivocarse no está mal desde que cada error se asuma como un aprendizaje. Esas son dos de las advertencias que seis diseñadores colombianos les hacen a quienes quieran hacer carrera en moda y tener su propia marca.
Cada uno de ellos tiene una historia particular sobre el camino que recorrió para iniciar y desarrollar una carrera como diseñador. Algunas de ellas marcadas por las influencias familiares: un padre sastre, una madre diseñadora, una tía que cosía. Otras nacieron desde la experiencia en profesiones distintas como la arquitectura, el canto y la fotografía. Sin embargo, cada paso los llevó a terminar compartiendo una pasión exigente en la que la creatividad, la identidad y la combinación con otros oficios son esenciales para construir un nombre que sea referente en el universo moda del país.
Edwing D’Angelo, diseñador colombiano radicado en Nueva York, es uno de los que cree que con ser creativo no basta y entiende que es necesario conocer cómo está organizada la industria de la moda y cómo algunos sectores de la economía pueden afectarla. “Un diseñador debe ser capaz de liderar y entender los aspectos corporativos de su empresa”.
Por su parte, Lía Samantha, la diseñadora bogotana de familia chocoana, considera que es importantísimo planificar y tener el tiempo suficiente para este oficio. David Alonso, director creativo de Erikó, quien repite este año en Colombiamoda, cree que cada diseñador debe “ser diferente”, tener su sello.
Además de esos consejos, coinciden en que estar en redes sociales es una forma de dar a conocer su trabajo y tejer una red de contactos. David, por ejemplo, obtuvo así su primera pasarela. Además, diferenciarse por medio de los materiales que usan e informarse sobre moda a través de revistas, blogs especializados, viajes y ver otros desfiles son formas de enriquecer la profesión