CONCLUSIONES DEL ESTUDIO DE LA UNESCO
“La mayoría de estudios muestran que la relación entre la violencia de los medios y la ‘real’ es interactiva: los medios pueden contribuir a una cultura agresiva; las personas que ya son agresivas pueden usar los medios como una confirmación adicional de sus creencias y actitudes lo que, a su vez, se refuerza a través del contenido mediático. Esta interacción es especialmente cierta en relaciones de largo plazo. (...) Un efecto unidireccional no puede asumirse en el nivel global, y tampoco pudo ser probado empíricamente. (...) La violencia en los medios es universal. Es presentada primordialmente en un contexto de gratificación. Dependiendo de las características de personalidad de los niños, y de sus experiencias cotidianas, la violencia en los medios satisface diferentes necesidades: ‘ compensa’ sus propias frustraciones y déficits en contextos problemáticos. Ofrece ‘emociones’ para los niños en ambientes menos problemáticos. (...) Los niños quieren un ambiente social y familiar funcional. Como a menudo no lo tienen, buscan modelos a seguir que les ofrezcan compensación a través del poder y la agresividad. (...) ¿Cuáles son las posibles soluciones? Probablemente más importante que los medios son las condiciones socioeconómicas en las que crecen los niños. No obstante los medios, como constituyentes de las culturas, creencias y orientaciones, también requieren de mucha atención. El control centralizado y la censura no son eficientes y no cumplen los criterios de las sociedades democráticas”.