“Se vale soñar”: J. Botero
El haber sido quinto en los Juegos Olímpicos de Río le da más motivación a este ciclomontañista para seguir luchando por sus ideales.
Jhonnatan Botero Villegas no olvida que terminó como un nazareno en su primera carrera de ciclomontañismo. Su padre, Nelson, ebanista, y su madre, Milena, ama de casa, sintieron dolor y angustia al ver sus manos y piernas llenas de heridas, pero se llevaron una sorpresa mayor cuando le escucharon decir, con tan solo 8 años de edad, que le regalaran otra bicicleta, pues con la de hierro que había corrido no quería volver a ser el último. Hoy, 16 años después, no solo es uno de los mejores ciclomontañistas del país y el continente, también es quinto en el ámbito olímpico, posición que logró hace ocho días en Río de Janeiro y la cual aún no lo aterriza a la realidad. “En cada Navidad pedía de traído una bicicleta, anhelaba estar entre los mejores, clasificar a unos Juegos Olímpicos de mayores, y ahora que lo logré me di cuenta que se vale soñar”, expresa el piloto, a quien apodaban Susuky, porque pese a su corta estatura, 1,65 metros, escalaba duro en su caballito de carbono, “alentado y con fuerza”, en comparación al tradicional campero. “Aunque luego me abreviaron el apodo. Me empezaron a llamar Chuky, que también me salía porque era muy travieso,travieso me la pasaba molestando en la cicla por todas partes”, expresa Botero sonriendo. En Río ratificó su potencial que ya había mostrado cuando aportó su grano de arena para que Colombia alcanzara la medalla de oro en el ciclismo de los Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur-2010.
“Quiero ser un ejemplo a seguir. Mi tío, Jhon Jairo Botero -también ciclomontañista- me enseñó que entre más triunfos consiguiera, más humilde debía ser. A él, a mi familia, a mi entrenador Héctor Pérez y a todos que me han apoyado les doy las gracias porque sin la ayuda de ellos no hubiera llegado tan lejos”.
Y él continúa disfrutando su éxito, aunque sabe de la exigencia que se viene. “Me han felicitado mucho, y eso no solo me llena de orgullo sino también de ilusión para preparar mejor este nuevo ciclo olímpico y buscar más cosas grandes, pues si logré ser quinto cuando esperaba un top-20, por qué no pensar ahora en ser primero o lograr un podio”. Esa es la meta que se trazó, aseguró el deportista, quien espera que tras lo hecho en Brasil su deporte tenga más apoyo y otros colegas disfruten de nuevas oportunidades para salir adelante.
El héroe del municipio de El Retiro, donde nació, emprende hoy otro viaje. Italia lo espera para terminar la temporada con el equipo KTM Protek Dama y seguir incrementado su nivel en una disciplina en la que crece como la espuma