El Fondo ejecuta 2.384 proyectos de mitigación
Iván Mustafá dijo que las obras que ejecutan “no son para esta posible temporada invernal”. Explicó que estas obras son de mediano y largo plazo.
Al cumplir tres meses de estar al frente del Fondo Adaptación, Iván Mustafá, dice que con el fin de destrabar algunos proyectos implementó una estrategia de microgerencia que se trata de resolver y cumplir. “Hago un seguimiento detallado a cada proyecto para saber dónde están las dificultades, cómo lo podemos destrabar y acelerar su ejecución”.
En conversación con EL COLOMBIANO dijo que espera que el país entienda la esencia del Fondo ya que sus proyectos no están estructurados para atender la temporada de lluvias, sino que hacen parte de un proceso de adaptación del país al cambio climático. Dijo que los macroproyectos estarán listos en 2018.
¿Sí hoy vuelve a presentarse un fenómeno de La Niña, regiones como La Mojana y el Dique se van a volver a inundar?
“Es aventurado decirlo. Nadie puede establecer lo que va a pasar con exactitud y mucho menos los daños concretos que se puedan ocasionar. En ninguna parte del mundo existe riesgo cero, lo que sí podemos hacer es prepararnos para mitigar ese riesgo y en eso hemos venido trabajando. Hoy ya hay un plan Nacional de Contingencia; hay acompañamiento técnico de la Ungrd a ministerios y entidades operativas, se hace seguimiento a los pronósticos del Ideam, así como talleres regionales y difusión con autoridades locales. Hay 981 equipos de maquinaria amarilla, 32.700 carpas listas y más de 2.300 personas capacitadas para la atención. El 60 % de los municipios tienen fondo de gestión del riesgo. Quiero recordar que en el Canal del Dique la inundación no se produjo porque la cota de inundación sobrepasara el canal, sino porque algunos habitantes de la región ‘chuzaron’ el canal y produjo que el agua se filtrara y eso generó las inundaciones que conocemos. Y con La Mojana el país debe saber que es 1,1 millones de hectáreas, de las cuales el 40% permanece inundada, por eso es importante dejar de enfrentar a la naturaleza haciendo muros y más bien adaptarnos a ella”.
Usted ha dicho que el Fondo ha sido creado para afrontar, entre otras cosas,
el cambio climático. ¿Acaso eso no es para ya? ¿Ya no deberíamos tener avances?
“El Fondo no son solo ladrillos y cemento, trabajamos en proyectos productivos que permiten la recuperación activa y económica de las regiones. Queremos que las personas se adapten al lugar donde viven y eso implica enseñarles a que sepan qué cultivar, cuándo cultivar, dónde cultivar. La modelación que hemos hecho nos permite saber eso y es información que estamos compartiendo. Ya entregamos a los gobernadores la modelación y los puntos críticos en cada región, con el fin de que preparen conjuntamente con los al- caldes los planes de contingencia para priorizar los recursos y las acciones que permitan reducir la vulnerabilidad. Ahora, quiero recordarle que nosotros surgimos por la temporada invernal del 2010 y 2011, para atender la construcción, reconstrucción, recuperación y reactivación económica y social de las zonas afectadas por los eventos derivados de La Niña. Y el año pasado se le atribuyó al Fondo la facultad de ejecutar proyectos integrales de gestión del riesgo y adaptación al cambio climático. Las obras del Fondo Adaptación no son para esta posible temporada invernal, como la mayoría cree, las obras que hacemos son de mediano y largo plazo que requieren planeación, estructuración y ejecución. Las obras del Fondo son para adaptar al país al cambio climático y sí tenemos avances. Hoy podemos decir con total seguridad que gracias al Fondo, dos millones de colombianos son menos vulnerables a los cambios climáticos. Hoy tenemos más de 11.800 familias que tienen casas adaptadas al cambio climático y que por lo tanto no se deberán inundar. Hemos construido 72 colegios, 50 sistemas de acueducto y alcantarillado, 11 hospitales y atendido 329 puntos críticos de la red nacional de vías. Por ejemplo la vía Bogotá-Chía a la altura de la Caro, por la Universidad de la Sabana, que se inundó y generó tanto caos en la pasada Niña, ya no se volverá a inundar gracias a las obras de realce que hizo el Fondo”.
¿Qué otras obras de mitigación ha hecho el Fondo desde La Niña?
“La entidad adelanta 2.384 proyectos en 1.004 municipios de 31 departamentos del país en los sectores de acueducto y saneamiento básico, educación, medio ambiente, reactivación económica, salud, transporte y vivienda. Igualmente desarrolla los macroproyectos de Canal del Dique, Gramalote, La Mojana, Jarillón de Cali y el río Fonce”.
¿Las obras a largo plazo no tendrían que estar listas ya?
“No, justamente son de largo plazo y por eso la tarea inicial que se le asignó al Fondo fue hasta el 2018. En cada macroproyecto los tiempos son diferentes, pero en términos generales tienen varias etapas fundamentales: conocimiento, saber qué pasa, analizar el problema para luego estructurar el proyecto; estructuración; diseños; contratación, y ejecución. Todos quisiéramos que las obras fueran más rápido pero preferimos estructurarlos bien para que sean obras duraderas. El éxito de los grandes proyectos siempre está en su etapa de conocimiento y estructuración, en ello nos hemos tomado tiempo. Por ejemplo en el caso de La Mojana fueron tres años estudiando la región y modelándola; o en Gramalote fueron más de dos años escogiendo el lugar donde se reconstruiría”.
¿Este año sí es el retorno a Gramalote?
“Los avances que tenemos en Gramalote son muchos, pero este macroproyecto se debe ver no sólo en cuántas casas hay o no, se debe entender. Lo primero es que se tardó más de dos años para que conjuntamente con la comunidad se definiera el lote. Luego vino una etapa de diseños, que déjeme decirle son de los mejores que pueda tener un muni-
cipio. Este es el primer municipio del siglo XXI y va a ser un municipio de ensueño. Después vino la etapa de construcción que realmente comenzó en mayo de 2015. Es decir que sólo llevamos 15 meses construyendo un municipio completo, con todo lo que eso requiere y ya llevamos un avance superior al 60%. Le vamos a dar la sorpresa al país, no sólo por la belleza e imponencia del municipio, sino por el momento del traslado”.
¿Cómo lee usted los informes de la Contraloría?
“Los recibo como insumo para acelerar la marcha de las obras y corregir los errores que tengamos, aunque creemos que tenemos formas diferentes de medir los avances”.
¿Hoy en Colombia hay algún caso exitoso de adaptación que ya este ejecutado?
“¡Claro que sí! ¡Somos un ejemplo internacional! Mire, por ejemplo el proyecto de las casas de madera que estamos desarrollando en Antioquia, o las casas palafíticas. Son modelos exitosos de adaptación al cambio climático. En el primero es reconstruir viviendas, pero con componentes ambientales. Son en madera porque es un material más flexible, más liviano, más seguro y además es madera de bosques cultivados especialmente para este tipo de procesos y certificados internacionalmente. De ese proyecto tenemos 605 viviendas en madera en 61 municipios antioqueños con una inversión que supera los $27 mil millones. Y las casas palafíticas de La Mojana, por ejemplo, permiten que en temporadas de fuertes lluvia, el agua entre y salga por debajo de la casa sin que ésta se vea afectada de ninguna manera”
“Es importante dejar de enfrentar a la naturaleza haciendo muros y más bien debemos aprender a adaptarnos a ella”.