La islamofobia no cesó con el fallo de la justicia Francesa
Algunas ciudades continuarán con el veto, mientras hay evidencia de que el mercado laboral europeo excluye a estas mujeres.
Aunque la decisión del Consejo de Estado francés de frenar la prohibición del uso del burkini en las playas, argumentando que “en ausencia de riesgo, la emoción y los temores provocados por los atentados terroristas (...) no bastan para justificarla legalmente”, la islamofobia persiste en Europa y se manifiesta con efectos “desproporcionados” sobre las mujeres.
Así lo señala Georgina Siklossy, de la Red Europea contra el Racismo, para quien el hecho de que varios alcaldes, como los de Niza, Fréjus y Sisco (de derecha), anunciaran que mantendrán sus órdenes de multar a las mujeres que usen burkini, es seña de la “discriminación múltiple que recae sobre las musulmanas”.
Y es que al “castigo de género” que de por sí ya tienen, se suman el étnico, el religioso y el de su vestimenta. “El pañuelo en la cabeza y las atribuciones negativas que le han dado desde la cultura hacen ver a las mujeres como un grupo homogéneo y ‘racializan’ la palabra musulmana”, reflexiona Siklossy.
La combinación de esos elementos, continúa, lleva a la exclusión de las mujeres. De acuerdo a un estudio que adelantó su organización en el último medio año y en 8 países de Europa, “aunque es difícil de demostrar por la poca información y por la falta de confianza en el sistema, que lleva a que las mujeres musulmanas rara vez se quejen o inicien procedimientos legales”, la discriminación en el merca- do laboral y la violencia son frecuentes para ellas.
Desafortunado uso del velo
“El rechazo está a menudo relacionado con la percepción de “muslimness” (que en español traduciría “musulmaneidad”), y sobre todo con la ropa”, revela Siklossy, y pone como ejemplo la situación en Reino Unido, donde al 12,5 % de las mujeres pakistaníes se les pregunta sobre las aspiraciones matrimoniales y familiares en las entrevistas de trabajo, mientras este tipo se interrogantes solo se les presentan al 3,3 % de las mujeres blancas.
También en Alemania, el 18 % de las empresas llamaron a solicitantes con nombres que suenan alemanes a una entrevista, mientras solo el 13 % invitaron a los mujeres con nombres que suenan turcos. La situación se agrava para mujeres musulmanas usando un pañuelo en la cabeza para la foto de su hoja de vida. Solo el 3 % de ellas recibieron cita de una compañía, mientras en Bélgica, el 44 % de los empleadores aceptaron para el estudio que esa prenda influye negativamente en la selección de candidatas.
De otra parte, el documento también muestra la realidad de la violencia islamofoba. En los Países Bajos, más del 90 % de las víctimas de incidentes islamófobos reportados corresponden a mujeres musulmanas. En Francia, el 81,5 % de las mujeres víctimas de violencia islamófoba llevaban un símbolo religioso visible. En el Reino Unido, en el 54 % de los casos se mezclaron insultos o gestos verbales y físicos con violencia racista.