El mercadeo integral es una necesidad
Muchos se cuestionan sobre si el enfoque de mercadeo debe ser en el cliente, en la competencia, en el producto, en el precio, combinado o en qué y cómo. La mejor respuesta es: ¡depende!, pero integral al máximo. Cada época presentan un escenario que no puede catalogarse como único, por lo que no puede afirmarse que deba ser uno u otro, como muchos pretenden aseverarlo. El problema de hacerlo enfocándose solo en una variable o dos, es que se pueden dejar de lado la competencia, el producto, el precio y muchos otros componentes de la mezcla de mercado, que hoy más que nunca, hay que considerar, ya que se estaría ante un caos inminente, pues la gran variedad, y el exceso de oferta, hacen que ese tipo de enfoques sea imposible. Enfocarse en la competencia hace que se dejen al descubierto las debilidades, que se menosprecien participantes en la carrera por el mercado, que las guerras de precios sigan en aumento, y que se desvíen la atención y el proceso logístico del mercadeo. Hacerlo sobre el precio es dejar de lado elementos fundamentales para la generación de lealtad o fidelidad, haciendo lo que Peter Drucker llamó “compra de clientes”, para generar una guerra que permitirá la supervivencia del más poderoso económicamente. Pensar que el servicio al cliente es el enfoque más adecuado es caer en los pecados mencionados antes, pues lo que la gente busca es medios para satisfacer necesidades o deseos que no suministra el servicio nada más. Cuando se habló de logística del marketing, se estaba enfatizando en que se trata de un proceso que combina elementos y considera escenarios y componentes que no son excluyentes. Por todo lo anterior, el enfoque de mercadeo es, y tiene que ser, integral o integrado, siendo el cliente el centro y el eje de las acciones, y que es el mercado el que “jalona”; es cierto que el cliente es razón de ser de las organizaciones. Pero desconocer que las circunstancias obligan a que los enfoques sean variables, ajustables, sería necio y generador de problemas. Por eso la mezcla de mercadeo no puede ser estática o fija, sino dinámica, pero, siempre, integral.