LAS URNAS DECIDIRÁN EL FUTURO DEL PACTO
Por primera vez en la historia las Farc se someten a la voluntad del pueblo colombiano para dejar las armas y reincorporarse a la vida civil.
a firma del Acuerdo Final por parte del presidente Juan Manuel Santos y de “Timochenko” selló la voluntad tanto del Gobierno como de las Farc de que esos acuerdos se apliquen en Colombia, sin embargo, que así sea solo será una decisión que los colombianos tomarán el próximo domingo.
“Este simplemente es el punto de partida de todo este proceso”, asegura Gustavo Arbeláez, presidente del Centro de Estudios Constitucionales de Medellín. Las dos partes están mostrando su decisión de someterse a unos acuerdo pactado par lograr la “famosa paz” entre los dos actores del conflicto, agregó.
El plebiscito lo que va a resolver, explicó, es si el país acoge o no acoge ese acuerdo.
De acuerdo con Arbeláez, si gana el Sí el 2 de octubre, “se instrumentalizarán mecanismos con miras a hacer ajustes institucionales y reformas constitucionales para implementar los acuerdos, porque el plebiscito es un acto político que no tiene capacidad normativa y simplemente lo que hace es darle luz verde al Congreso y al Gobierno para instrumentar los acuerdos”.
Por el contrario, si gana el No, el acuerdo se cae, dice el constitucionalista, y “habrá que esperar qué resuelven Gobierno y Farc: si se sientan a renegociar como lo propone el uribismo, o si simplemente se retiran de la mesa y espe- ran la llegada de otro Gobierno para efectos de entrar otra vez a una negociación política que le dé salida al conflicto”.
El Centro Democrático ha asegurado que la consecuencia del No es la renegociación del acuerdo y un blinda- je jurídico a un eventual nuevo acuerdo con las Farc.
La dejación de armas
La firma del Acuerdo Final inició, además, la cuenta regresiva para la dejación de armas, hoy es el Día D+ 1, y precisamente un delgado del Gobierno y otro de las Farc deben entregarle al mecanismo de verificación las coordenadas de la Fuerza Pública y de los guerrilleros para iniciar el desplazamiento de una forma segura hacia las Zonas Veredales Transitorias de Normalización.
Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos de Análisis del Conflicto, Cerac, afirma que en este acuerdo está el cronograma de dejación de armas más detallado alcanzado hasta ahora, ya que se evidencia específicamente cuánto va a tardar todo el desarme y en qué fecha los guerrilleros entregarán la última arma al mecanismo de monitoreo.
Durante 180 días los guerrilleros irán dejando las armas paulatinamente y a la vez el Gobierno implementará todos los programas necesarios para garantizar su reincorporación a la vida civil.
Este conteo se vería suspendido si en el plebiscito gana el No, y los guerrilleros no alcanzarán a llegar a las zonas de ubicación
“El No es un salto a la incertidumbre. El Sí termina con un grupo armado y abre una nueva etapa de construcción de paz”. HUMBERTO DE LA CALLE Jefe del equipo negociador