Felipe Acosta hizo historia en El Peñol
Era su sueño y lo logró en noviembre pasado. El fin de semana murió practicando parapente en cielos de Boyacá.
Aprendió solo y, algún día, dijo que él era su propio maestro. Así se esforzó por llegar alto al salto B.A.S.E. hasta convertirse en paracaidista deportivo. Soñó siendo campeón y lo logró tras años de esfuerzos personales.
“La mayor batalla a ganar es la libertad. El mayor rival a vencer soy yo mismo”, sentenció Felipe Acosta en un video que mandó a elaborar a finales del año pasado, luego de coronarse campeón en la válida mundial de esta disciplina -que también diseñó y organizó-, lanzándose de la piedra de El Peñol, en Guatapé, en el llamado Rock Day 2015, en noviembre 7, después de una primera experiencia en España ese mismo año.
El salto B.A.S.E. (Building, Antenna, Span, Earth -edificios, antenas eléctricas, puentes y acantilados, por su traducción del inglés) fue su vida y practicándolo también murió, según el reporte entregado ayer por las autoridades, mientras realizaba un vuelo en parapente en el valle de Los Frailejones, en Guicán, Boyacá.
Solitario y polémico, pues tuvo varias demandas por incumplimiento de contratos y eventos con su empresa Colombia Aventura Extrema, este bogotano (31 años), independientemente de ello, se caracterizó por intentar superarse hasta cumplir con su sueño dejando para la historia un salto sobre el teleférico de Panachi, un récord latinoamericano de bungee desde helicóptero y otro a 5.355 metros de altura en la sierra Nevada del Cocuy, entre sus logros