Gustavo Look regresa al Clásico lleno de vitalidad

De las 43 ediciones de la carrera, el deportista ha estado en 36. Tras dos años ausente, dice que su retorno es un triunfo.

Gustavo Adolfo Rúa jamás imaginó que el ciclismo iba a ser el antídoto a la tortura que estaba viviendo.

Era tanto el estrés que manejaba en su antiguo empleo cuando era joven, que terminó visitando el hospital.

“Era una exigencia grande. Entraba a trabajar a las 6: 00 de la mañana, salía de la oficina a las 10:00 de la noche y ni así terminaba las labores. Me acostaba a las 2: 00 de la madrugada y como consecuencia tuve principio de infarto”.

Después de estar 15 días internado, y tras continuos exámenes científicos que no arrojaron ningún daño físico, Gustavo no entendía la causa de su quebranto hasta que dialogó con la doctora Alexis Llamas, quien en ese entonces era jefe del Departamento de Cardiología del Seguro Social.

“Me preguntó cómo era un día normal mío y le contesté que me la pasaba trabajando. De inmediato me dijo que me estaba matando solo, que mi afección era mental y que para descargar ese peso que tenía encima debía practicar un deporte, y me aconsejó que me inclinara por la bicicleta, no dudé dos veces”. deportistas van inscritos para competir en la etapa rutera del Clásico el fin de semana.

A sus 66 años de edad, los cuales no aparenta y ya jubilado, Rúa, ingeniero sanitario, recuerda ese mal momento con gratitud, pues a partir de ahí su vida dio un giro de 180 grados.

Hace 39 años empezó a dar sus primeros pedalazos, de hecho hizo parte esa temporada del Clásico EL COLOMBIANO, evento que venía disputando religiosamente hasta que sufrió dos accidentes en 2014 y 2015. En el primero, un carro lo arrolló y sufrió fractura del brazo derecho; en el segundo, perdió el control de la bici, y al visitar el asfalto se lesionó la mano izquierda y tuvo que ser enyesado.

Ayer, como un niño cuando le regalan un juguete nuevo, Gustavo “Look”, apodo con el que es conocido en Antioquia por su preferencia por esta marca de bicicletas, mostraba su felicidad mientras se inscribía a un nuevo Clásico.

“Guardo como una reliquia

cada una de las camisetas de esta competencia, la cual permite la integración entre amigos y la familia, y da la oportunidad para que los amantes del ciclismo, en las diferentes edades, sigamos teniendo retos deportivos. Esta será mi participación número 37”, dice con orgullo el deportista, quien halló en el ciclismo una puerta a la tranquilidad.

“En bicicleta converso solo, oro con Dios, río, grito, lloro, canto… en realidad un deporte como este cambia la vida”, expresó el famoso Look, quien después de vestir de frac toda la semana, dice que su mejor traje es el que utilizará este fin de semana, el deportivo, con el que luchará, montado en su caballito de carbono por los puestos de honor en su categoría, aunque reconoce que ya se siente vencedor al poder volver a una prueba que espera con ilusión cada año