Manuela alzó el doble de su peso
La historia de la chica de 16 años que en la madrugada de ayer se tituló campeona mundial con tres oros. “Nació en el gimnasio”.
Manuela nació con los genes de sus padres, expesistas ambos, exitosos también, aunque jamás, como acaba de suceder con ella, estos pudieron ser campeones mundiales.
“Yo nací en el gimnasio de pesas”, dice con seguridad y orgullo esta joven de 16 años, nacida en Itagüí y forjada pesista en Palmira, donde sus padres recalaron 20 años atrás.
Ayer, en la madrugada de Colombia -por la diferencia horaria de 13 horas-, se consagró con tres medallas de oro en Penang, Malasia, donde empezó el Mundial de pesas de la categoría sub-17.
Manuela Andrea, nacida el 18 de
junio de 2000 de la unión de Róger Manuel Berrío y Leydi Andrea Zulua
ga, quienes durante dos décadas intentaron coronar sus esfuerzos en el deporte subiendo a un podio mundial que jamás lograron.
“Soy el primer oro mundial de la familia. Estoy muy contenta, feliz. He cumplido con un deseo”, manifestó Manuela en diálogo con EL COLOMBIANO desde Penang, donde con un peso corporal de 43.32 kilogramos superó a 15 rivales para hacerse a los tres oros y al título que la acredita como campeona mundial.
Alzó 67 kilos en arranque, fallando el último de los movimientos, 87 en envión -haciendo un nulo en un intento de 90 kilos- y un total de 154 para superar a la indonesia Nur Vinatasari (66-78-144) y a la venezolana
Rosielis Quintana (62-77-139). “Tuvo un excelente comportamiento en la tarima, siempre trabajó en marcas personales, se puso muy triste al fallar ese tercer intento porque quería levantar más, pero luego se enfocó en el envión y logró esa otra medalla con gran capacidad; es una chica para tener en cuenta a futuro”, reseñó Carlos Andica, asistente técnico de la Selección que está en Malasia.
Róger Manuel, su padre, exhaltero bolivarense y hoy intendente del área investigativa de Delitos contra la Vida, de la Policía Nacional en Cartagena, fue múltiple seleccionado por Colombia a mundiales y dos Olímpicos (Barcelona92 y Atlanta-96). Su mejor puesto: 8° en el Mundial juvenil de Florida 1987. Leydi Andrea, su madre, antioqueña, nunca fue a un torneo orbital y su mejor actuación la tuvo en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá, de 1999 al ser subcampeona en los 46 kg. “Estoy feliz, muy grande mi niña”, dijo.
“Nos superó y muy temprano. En 20 años lo intentamos y aunque eran otras épocas y hoy se tiene más apoyo y mejores condiciones, nuestra niña pudo consagrarse; estamos felices”, relata la orgullosa madre, quien a punta de “tablero” -resultados en tabla-, por internet, siguió la competencia de su hija.
“Esta es una felicidad grande, la esperaba porque he trabajado muy duro para lograrlo. Celebré por teléfono con mi mamá y mi papá. Fue una competencia muy dura, en especial en arranque, pero salimos adelante porque Colombia es potencia en el envión”, sostuvo Manuela, quien se dio el lujo, como pocas lo pueden hacer, de alzar el doble de su peso corporal (87 kilos en el segundo ejercicio).
La única hija de la unión de Andrea y Róger -hoy separados- goza con sus tres oros y un título que sus progenitores buscaron sin éxito y con gran sacrificio