INSTITUCIONES CULTURALES Y CONSTRUCCIÓN CIUDADANA
Cada vez es más urgente promover con fuerza y continuidad el desarrollo de competencias ciudadanas. Para la intervención constructiva en la toma de decisiones colectivas, el respeto por el otro y por el ambiente, la defensa de lo público y el patrimonio, el manejo de conflictos en espacios diferentes, el respeto de las normas como reguladoras de la convivencia, la respuesta solidaria y empática a las necesidades de nuestro entorno, el reconocimiento y valoración de nuestras propias identidades y el rechazo de situaciones en las que se excluyan o discriminen grupos de personas, valorando la diversidad ( Aldero
qui Silvia, 2013). La reciente Encuesta de Percepción Ciudadana de Medellín Como Vamos sobre la calidad de vida en nuestra ciudad y las últimas Pruebas Saber 11 en este tipo de competencias, señalan indi- cadores alarmantes en todos estos campos. Y eso se repite prácticamente todos los años.
Por ello, tan importante y digno del más entusiasta apoyo que el Plan de Desarrollo del Alcalde Gutiérrez incorpore la cultura ciudadana como eje articulador de su gestión. Pero cómo formar y desarrollar estas competencias, es el asunto clave. Sin duda hay muchas experiencias- la cultura Metro, por ejemplo- , iniciativas, aprendizajes locales y globales. Ojalá exista mucha diversidad de buenas prácticas, pues el déficit en este campo es grave. De nuestra parte, queremos resaltar e insistir en el papel fundamental que juegan las instituciones culturales, los museos, los teatros, las orquestas, los parques…
Estas instituciones permiten que los ciudadanos consoliden sentimientos de orgullo por su territorio; reconozcan el otro y lo otro; se muevan creativamente por la ciudad, accedan a ofertas urbanas de calidad; conversen e intercambien información.
Bien determinante la vinculación temprana y estructural de comunidades escolares a estos escenarios. Alderoqui plantea que la vinculación de comunidades escolares a estas prácticas propicia aportes en tres campos concretos: (i) la dimensión pedagógica de estas instituciones, contribuye al desarrollo de ciudadanos competentes para la vida más allá de la escuela; (ii) el mejoramiento del conocimiento de la ciudad y de los problemas y situaciones del contexto; (iii) el sentirse ciudadano desde muy jóven porque lo incluyen en la ciudad, sus equipamientos y el acceso a contenidos innovadores, a didácticas alternativas y el encuentro con estudiantes de todos los estratos sociales.
En función de potenciar el papel de estas instituciones, la creación de “rutas culturales de ciudad” puede ser una alternativa contundente. Recorridos intencionados que agregan valor a la visita individual y que, por su naturaleza de múltiples espacios, apalancarían de manera decisiva procesos amplios de formación ciudadana.
En definitiva, entender la política pública cultural como una serie de estímulos intencionados, de demanda y oferta, que aporte al mejoramiento de la autoestima ciudadana, a la democratización del patrimonio y el conocimiento; y a la reflexión de la cultura, no como elemento accesorio sino como un pilar fundamental en la construcción del respeto, la defensa y el apego, de una ciudad de todos y para todos.
Que el periodo del señor Alcalde sea ejemplar en este campo; sabemos que el Municipio quiere reforzar esta perspectiva y es deber de todos acompañarlo. ¿Por qué no pensamos en una Promotora Cultural para estos fines entre el sector público, las instituciones y la sociedad civil?
* Presidente de Proantioquia
Por ello tan digno del más entusiasta apoyo que el plan de desarrollo del alcalde Gutiérrez, incorpore la cultura ciudadana como eje articulador de su gestión.