HACER VISIBLE LO INVISIBLE
No habría tiempo suficiente para enumerar cada uno de los millones de resultados que hoy ofrecemos. Pero si habrá tiempo para compartir algunos datos sorprendentes, dar una idea sobre las hazañas de los censistas y revelar el asombro de algunos censados.
El Censo Agropecuario realizado por el Dane en 1970, logró recoger información sobre uso, cobertura y tenencia de la tierra sobre 30,5 millones de hectáreas de las 113 millones existentes como áreas rurales en Colombia. Desde aquel lejano 1970 parece que hubieran pasado siglos, porque la humanidad entera dio un salto tecnológico en muchos sentidos, sobre todo en los dispositivos para recolectar información y en los métodos para difundirla.
Cuarenta y cinco años después, logramos llegar al 98,7 % del país en su área rural dispersa. Estuvimos en todos los municipios que tiene Colombia actualmente y las 20 áreas no municipalizadas, incluyendo el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, y los 56 parques nacionales naturales continentales. Además de esto, por primera vez el país tiene información sobre territorios de grupos étnicos, porque los pueblos indígenas y comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras participaron activamente en todas las etapas de la operación censal.
Tal vez el dato más sorprendente fue encontrar 7,1 millones de hectáreas dedicadas al cultivo, cuando se pensaba que eran solo 5.5 millones. Y aunque es una diferen- cia muy positiva, el resultado del censo dejó en evidencia grandes desigualdades en varios ámbitos del campo colombiano.
La información de este Tercer Censo Nacional Agropecuario está al servicio de todos los colombianos. Es la primera vez que se ponen al servicio de toda la comunidad nacional los microdatos anonimizados. Más de dos millones de registros son una herramienta de análisis y planeación infinita, dado que puede tener tantas lecturas como usuarios. Desde los datos más generales hasta los más específicos. Miren, por ejemplo, lo que pasa en “Vereda Robada”, perteneciente al municipio de Sabana de Torres, en el departamento de Santander. Esta vereda es la primera en uso del suelo dedicado a cultivos a nivel nacional. Tiene 642 hectáreas de área sembrada en cultivos de palma africana; y una producción de 1.825 toneladas. Cuenta con una población de 14 personas en dos hogares; 13 personas de 14 saben leer y escribir. Hay 126 bovinos, 20 gallinas o pollos, 24 equinos y 10 patos. Las viviendas no tienen conexión a servicios públicos.
Esto se logró porque hicimos un gran esfuerzo logístico. Para que las 25.000 personas que recorrieron este país pudieran hacer su labor, el Dane generó más de 270 mil mapas análogos y 12 millones de archivos digitales de cartografía, que llevaban nuestros censistas en los dispositivos móviles de captura.
Quisiera decir algo que me contó un periodista hace poco. Me dijo que se había encontrado censistas atardeciendo en un puerto sobre el río Guainía Y me dijo que escuchó a algunos lugareños decir que era la primera vez, óigase bien, la primera vez que el Estado colombiano les mostraba su lado civil: que el Estado les preguntaba quiénes eran y qué necesidades tenían.
Como pueden ver no se trata solo de cifras. Los resultados de este Censo Agropecuario serán una herramienta de gran ayuda para desarrollar la Reforma Rural Integral y para la consolidación de una paz estable y duradera.
De manera especial quiero hacer un enorme reconocimiento al presidente Juan Manuel Santos Calderón, porque tuvo clara la necesidad inaplazable de contar con información completa y de calidad sobre el campo colombiano
*Director del Dane. Fragmento del discurso durante la presentación de resultados del Tercer Censo Nacional Agropecuario.
Cuarenta y cinco años después logramos llegar al 98,7% del país en su área rural dispersa. Estuvimos en todos los municipios de Colombia. No se trata solo de cifras. Los resultados del Censo Agropecuario serán una herramienta de gran ayuda para la Reforma Rural Integral.