Suecia, donde le entregan la cuenta de Twitter al ciudadano
Ser sueco o vivir en ese país son las únicas dos condiciones para manejar la cuenta oficial.
Suecia es el único lugar del mundo en el que sus ciudadanos tienen el control sobre la cuenta oficial de Twitter del país. Cada semana, una persona se hace dueña de @Sweden para tuitear lo que quiera. Así es, desde cómo está el clima o qué alimentos tiene su nevera, hasta discusiones sobre inmigración, política o raza.
“Solo tenemos tres reglas: no ir en contra de la ley sueca, no promocionar productos o empresas y no poner en peligro la seguridad de las personas”, le explica a EL COLOMBIANO Emma Randecker, editora de comunicación digital del Instituto Sueco y directora del proyecto.
“En este país hablábamos todo el tiempo de libertad de expresión. Pero hablar no es lo mismo que mostrar. Por eso se aprobó esta idea,” dice Randecker.
Así funciona: alguien nomina a un tuitero por medio del sitio web de la iniciativa: curatorsofsweden.com
Esa persona puede ser cualquiera, un adolescente de un pueblo pequeño, un estudiante extranjero que está viviendo en Suecia, una artista que hace muchos años se fue del país. Una junta de cuatro personas, de la que Randecker hace parte, decide.
“Dos personas del Instituto Sueco, además de un experto en ciencias de la información y otro en redes sociales conformamos la junta. Analizamos todas la nominaciones, porque nos interesa lograr una buena mezcla de edades, entornos sociales, profesiones”, explica.
Ellos eligen a la persona, pero no deciden lo que esta podrá decir o fotografiar. El uso de la cuenta queda totalmente en manos de ese tuitero, y a veces las cosas no han salido tan bien. “Una de nuestras curadoras, hace más o menos tres años, tuiteó algo acerca de que no podía entender por qué los judíos seguían teniendo tan mala suerte todo el tiempo. Ella no pretendía nada malo, pero la comunidad judía se ofendió y las embajadas de varios países empezaron a llamar,” cuenta Randecker.
Pero cuando se sentaron a analizar el caso, decidieron que la tuitera no había roto ninguna de las reglas, simplemente era otra muestra de la libertad de expresión puesta en práctica.
Con el paso del tiempo, porque la iniciativa ya lleva más de cuatro años al aire, se han hecho algunos pequeños cambios.
Por ejemplo, al principio solo podían participar quienes fueran ciudadanos suecos, pero ahora también puede hacer parte cualquier persona que viva en Suecia.
“Nos pareció interesante conocer la visión de Suecia de quienes no son suecos, aun- que es cierto que muchas veces escriben tonterías sobre por qué alguien que no es sueco está representando al país,” dice la experta en comunicación digital.
Aunque es cierto que a Emma a veces no le parecen tan interesantes los personajes de la semana, sí afirma que nunca se han arrepentido de poner a alguien a cargo de la cuenta.
“Algunas veces es problemático, como por ejemplo cuando se tocan temas de inmigración, pero siempre damos un paso atrás y recordamos que inevitablemente cada uno de esos 145.000 tuits hacen parte de lo que somos como Suecia”, afirma Emma.
A partir de la iniciativa de este país nació el término #RotationCuration (Rotación de la curaduría), donde la idea es que una persona sea los ojos de un lugar por un tiempo definido a través de una cuenta en Twitter.
Así surgieron @WeAreAustralia, @TweetWeekUSA y @CuratorsMexico, pero con una diferencia: Suecia sigue siendo la única cuyo gobierno está detrás de la iniciativa, bastante arriesgada para la comunicación política