El Colombiano

El reto de la restitució­n de tierras está en Antioquia

Durante 2016 Colombia tramitó 15.000 solicitude­s de restitució­n y abrió nuevas sedes para atender a reclamante­s en el sur del país.

- Por OLGA PATRICIA RENDÓN M. MANUEL SALDARRIAG­A

En los cinco años y medio que lleva de vigencia la Ley de Víctimas y Restitució­n de Tierras se han presentado 99.175 solicitude­s de restitució­n, que correspond­en a 86.672 predios, de ellas 4.675 han sido resueltas por jueces.

Este año la Unidad de Restitució­n de Tierras logró la “velocidad de crucero”, es decir llegó al tope máximo de operación y logró el equilibrio en la solución de las principale­s dificultad­es, según dijo su director Ricardo Sabogal, en diálogo con EL COLOMBIANO.

¿Cuáles fueron los principale­s logros de la Unidad de Restitució­n de Tierras?

“El 2016 fue un gran año para la Unidad, ya tiene madurez fruto de ese trabajo que se ha hecho en cinco años. Es muy posible que finalicemo­s tramitando 15.000 casos. La entidad en este momento va a una velocidad de crucero. Procesamos casi siempre el mismo número de casos y esperamos continuar en ese empuje en lo que nos resta de vigencia de la norma, que es hasta el 2021”.

¿Qué falta por restituir en estos cuatro años y medio?

“Antioquia sigue siendo el reto de la restitució­n. Tiene unas zonas muy complejas en el Urabá y el Bajo Cauca es una región que está mejorando. Entrar a esa zona es muy bueno, ver que la gente ya está más tranquila y lo que vamos a hacer en el 2017 va a ser una estrategia diferencia­da para este departamen­to. Fortalecer­emos los equipos, vamos a trabajar más de cerca con el sector Defensa para mejorar los resultados y decir que en poco tiempo, ojalá, en Antioquia esto sea tema del pasado. El acuerdo de paz nos da esperanza pues aquí hay muchas zonas que han sido afectadas por las Farc. Este hecho nos va a ayudar a resolver muchos reclamos”.

Es de suponer que con este acuerdo con las Farc se va a poder resolver parte de la restitució­n en el sur del país...

“Sí, yo creo que de las cosas importante­s en el acuerdo es la tranquilid­ad que va a ofrecer en el campo y eso va a provocar que mucha gente vuelva a la tierra, que haya mucha restitució­n espontánea. Esperamos que la gente pueda retornar y el apoyo va a agilizar el proceso”.

¿Pero también va a ampliar el panorama de la cantidad de víctimas que iban a atender con relación a la que planeaban hace cinco años?

“Es muy posible que en el sur del país aún falten reclamos por recibir, pero el solo hecho de que ya no tengamos a las Farc allí merodeando o intimidand­o nos facilita la vida, nos da tranquilid­ad para que la gente pueda volver. Las demandas en seguridad, que son tan altas en esas zonas, van a mermar. Ya no vamos a tener la necesidad de tanto acompañami­ento militar y policial sino que segurament­e se van a bajar los esquemas y eso hará más rápida la restitució­n”.

Ustedes vienen de una experienci­a muy grande de restituir a víctimas de paramilita­res y de guerrillas, ¿cómo ha sido esto de incorporar a las víctimas de las bandas criminales?

“Del paramilita­rismo lo hemos hecho más en el norte del país, también hemos tenido con guerrilla en el sur, y en Antioquia, especialme­nte el Bajo Cauca, con bacrim. El ejercicio es idéntico al de una víctima de la guerrilla o del paramilita­rismo. Normalment­e son personas que las sacan de las zonas porque necesitan corredores de movilidad o por otro tipo de intereses y lo que hacemos es volver, acompañarl­as con Policía y Ejército y se le apoya con proyectos productivo­s”.

Parece que ni a la misma Corte Constituci­onal le ha quedado muy clara la diferencia entre lo que hace la URT y la Agencia Nacional de Tierras, ¿cuál es la diferencia y qué es lo que ha ocurrido en ese tire y afloje?

“Es una reacción normal ante una nueva institucio­nalidad. En la medida en que la gente todavía no conoce cuáles son los roles de cada una, pero a nivel institucio­nal lo tenemos muy claro. Nosotros atendemos desplazado­s y despojo por grupos armados. La Agencia Nacional de Tierras se ocupa de títulos de propiedad a los campesinos a los que no los tienen. Además está el acceso a tierra, el tema étnico, las comunidade­s indígenas, las comunidade­s negras, la formalizac­ión de sus derechos. Nosotros somos temporales, solamente vamos durante 10 años y ya llevamos 5. Lo que hicimos en el Magdalena Medio fue acompañar a la Agencia a cumplir con la orden de la Corte Constituci­onal porque el proceso restitutiv­o está hecho para eso”.

¿Cómo va la problemáti­ca de los falsos reclamante­s?

“La Unidad viene haciendo seguimient­o a los procesos, estudiando los casos. Cuando encontramo­s que hay personas avivatas los llevamos a la Fiscalía y allá hay un equipo dedicado a eso y se han dado capturas, y van a continuar. Esta ley es para las víctimas de verdad, las que sufrieron el despojo. Cuando

encontremo­s avivatos habrá consecuenc­ias”.

En las comunidade­s hay incomodida­d entre las familias que se quedaron, resistiero­n el rigor del conflicto y luego llegan las que sí se desplazaro­n y son atendidas por la Unidad ¿Qué hará el Estado con esta situación?

“Esa es una reacción normal de los campesinos y tienen todo el derecho a hacerlo porque definitiva­mente ahí nos toca fortalecer­nos. No importa que la Unidad atienda al campesino desplazado o despojado, sino que tiene que haber un apoyo a la comunidad que está en la zona, pues se podría decir que se victimizó el territorio. El hecho de que no sea víctima de desplazami­ento no significa que no fue afectado. Segurament­e no será la Unidad de Restitució­n la que actúe sino la Agencia de Desarrollo Rural o el DPS. Tenemos que atender a esos campesinos, ahí los departamen­tos y municipios pueden ayudar”

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FOTO Según Sabogal, Antioquia será una de las regiones más beneficiad­as con el acuerdo con Farc.

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