El Colombiano

Algunas personas aún consultan el Bristol a ver si habrá eclipse

- Por JOHN SALDARRIAG­A

Con 185 años de publicació­n continua, el Almanaque Bristol es una de las publicacio­nes más viejas aún vigentes. Campesinos y pescadores hallan datos útiles.

Mientras José Joaquín Berrío Molina consulta el Almanaque Bristol para saber cuándo es menguante y, entonces, alistarse para las siembras de plátano, maíz, fríjol y yuca en su finca El Edén, de Caicedo, Rodrigo Antonio Morales, pescador de Puerto Berrío no lo usa: “Como está de loca la Naturaleza con el cambio climático, nadie es capaz de pronostica­r cuándo habrá subienda”.

En las calles, vendedores en las esquinas anuncian el Almanaque Pintoresco de Bristol.

Este folleto llamado la internet de los campesinos y pescadores, sigue vivo después de “185 años de publicació­n ininterrum­pida”.

“La yuca, el plátano, el fríjol y el maíz los siembro en la última menguante de junio —explica el dueño de El Edén, en la que predomina el café—. Puedo tener la semilla lista y, si no es menguante, espero y adelanto otra labor como desmalezar. En pronóstico del tiempo, lluvias y soles, a pesar de que no siempre aciertan, muchas veces sí lo hacen. Pero hay que entender que eso del tiempo es complicado”.

“Ya nadie es capaz de adivinar cuándo habrá subienda o bajanza. En el Magdalena ya se ha acabado la pesca en un 70 por ciento, por falta de programas estatales que mitiguen el calentamie­nto global y recuperen la pesca, especialme­nte la artesanal”. año en el que comenzó a publicarse, de manera ininterrum­pida, el Almanaque Pintoresco de Bristol. El de 2017 está en las calles.

Rodrigo Antonio Morales es presidente de la Asociación de Pescadores de su municipio y de la Federación Colombiana de Pescadores del Río Magdalena.

Juan Álvaro Arboleda, un caficultor de Ciudad Bolívar, tampoco lo usa. Aunque en su casa lo consultaro­n hasta hace unos cinco o diez años:

“Usted sabe: ‘San Google’

No solo campesinos

Pero el Bristol no solamente lo buscan los campesinos y los pescadores. Muchas personas en las ciudades persiguen esta tradiciona­l publicació­n.

Sergio Naranjo, de la tienda de plantas medicinale­s de la Plaza de Mercado de Envigado, dice que muchas personas preguntan por él. “No solo campesinos. Ahí vienen muchos daticos útiles, como las fases de la Luna, el santoral, los eclipses, el horóscopo... hay mucho que leerle a eso”.

“Leo también los chistecito­s, que hacen falta para charlar con los amigos —agrega José Joaquín—. Y busco los numeritos de la suerte a ver si cojo un chancecito”

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