Vida de Michael Schumacher está blindada por un muro mediático
Tres años después de su accidente de esquí, el estado de salud del multicampeón de la Fórmula 1 es un secreto mayúsculo. Su esposa y su agente, único filtro comunicativo.
Para ingresar al hospital de Grenoble (Francia), en el cual estaba recluido Michael Schumacher, un fotógrafo se disfrazó de cura para poder tener una primicia sobre el estado de salud del siete veces campeón de Fórmula 1, quien el 29 de diciembre de 2013 se accidentó esquiando en Los Alpes. No tuvo suerte.
Otro más osado se robó los archivos médicos del caso, pero la policía francesa lo capturó. En la cárcel, el ladrón se suicidó.
Estos han sido algunos casos de lo que han hecho los medios, y varios fanáticos, para poder obtener información alguna sobre Schumi, pues en su entorno han tratado de mantener en reserva su situación.
Ya son tres años de hermetismo en torno al estado de salud de la leyenda. Su representante, Sabine Kehm, inseparable en sus años de gloria, ha batallado para mantener intacto el muro que separa, de los medios, la vida privada del Káiser.
Ella fue quien tras el accidente actuó como hilo transmisor de las informaciones autorizadas sobre su estado. Y sigue siendo el filtro que preserva a la familia del acoso mediático, que reaparece cuando surge una noticia sobre la supuesta mejoría o deterioro.
El pasado 17 de diciembre, Kehm tuvo que insistir en que el estado de salud del expiloto fue y seguirá siendo un asunto estrictamente familiar y en que no habrá en el futuro ningún tipo de información. “Somos conscientes de que, para algunos, es difícil de entender, pero actuamos así de completo acuerdo con la opinión al respecto de Michael y agradecemos su comprensión”, rezaba un comunicado.
El silencio continúa
Corinna Schumacher, esposa de Michael desde 1995 y madre de sus dos hijos, Mick y Gina Maria, sigue asumiendo el papel de representar a su marido en los homenajes que se le rinden en su país. Ambas mujeres pueden aparecer juntas y sonrientes en algún circuito en los que Mick, de 17 años, muestra sus progresos y quien el próximo año correrá en la Fórmula 3, decidido a seguir los pasos del padre. Pero ambas comparten tam- bién los momentos más duros de la tragedia. Se comportan como un equipo compenetrado en la tarea de preservar el entorno del expiloto. Incluso han recurrido a tribunales para impedir la difusión de fotos.
Las únicas informaciones que trascendieron al exterior y que no acabaron en un desmentido fueron las que autorizó su mánager, además de declaraciones puntuales de la esposa. Schumacher despertó del coma en junio de 2014 y fue trasladado a una clínica de rehabilitación en Lausana, y de ahí al chalet familiar de Gland, en el cantón de Vauz, acondicionado por Corinna para cuidarle. Allí se le supone al cuidado de los mejores especialistas y fisioterapeutas