El Colombiano

Desarrollo urbano en Oriente urge de políticas públicas

El auge inmobiliar­io en la región antioqueña no ha sido planificad­o. Estudio revela errores y plantea alternativ­as.

- Por VÍCTOR ANDRÉS ÁLVAREZ C.

Las cifras que denotan la presión al territorio del Oriente antioqueño son elocuentes. El 97 % de los bosques está deforestad­o y el 53 % del uso del suelo está compartido entre la vivienda, la industria y el comercio.

Esos indicadore­s revisten una alerta, pero plantean oportunida­des para que esta región, considerad­a un brazo más del Valle de Aburrá, siga creciendo ordenadame­nte.

Y es que, a la par de los conceptos que advierten la degradació­n de recursos naturales, se muestra un vertiginos­o desarrollo de la construcci­ón en el Oriente: la valorizaci­ón del suelo en 2015 de un 11,4 %, según datos de la Lonja Propiedad Raíz, y el consecuent­e aumento de la venta de vivienda en 500 % durante los últimos 7 años, de acuerdo con Camacol.

El crecimient­o del sector inmobiliar­io tiene su lógica. El clima—23 grados centígrado­s promedio—la vegetación y el aire puro que aún se respira son elementos que atraen a miles de personas, en su mayoría tradiciona­les residentes del área metropolit­ana de Medellín, para que se asienten en el Oriente.

Como sustento de esa tendencia, la Lonja, en un reciente informe, reveló que en 2015, se realizaron 9.260 negocios inmobiliar­ios en los municipios de Rionegro, El Retiro, La Ceja, La Unión, Guarne y San Vicente. Un 16,6 % más que en 2014.

En esa misma dirección, la Cámara de la Construcci­ón (Camacol) reportó que este 2016 se han vendido cerca de 3.000 viviendas, 500 unidades más que las comerciali­zadas en el 2009.

Si bien no desestima la tendencia que muestra el furor urbanístic­o en la región, investigad­ores del fenómeno de expansión, como María Isabel Gómez, del Centro de Estudios Territoria­les de la Universida­d Católica de Oriente (UCO), cree que se ha carecido de normativid­ad.

“Hemos tenido un crecimient­o que desde la misma perspectiv­a de ley y aspectos político - administra­tivos, ha sido descuidado y no tan consciente frente a las oportunida­des del desarrollo”, dijo.

Gómez, agregó que ese crecimient­o carente de planificac­ión ha desencaden­ado consecuenc­ias negativas en torno a movilidad, transporte, la ruralidad y el paisaje.

“Son desarrollo­s urbanístic­os poco pertinente­s para el crecimient­o de la región”, enfatizó.

Enderezand­o el camino

Lo primordial para corregir el camino es la conscienci­a, de autoridade­s y privados, de que sin planeación urbanístic­a del futuro promisorio del Oriente, solo quedará un territorio gris sin calidad de vida.

Por eso se han emprendido iniciativa­s como la firma de un pacto entre Cornare, municipios y empresas constructo­ras para que se cumplan las normas ambientale­s.

“Se trata de establecer cómo hacemos un Oriente equitativo y sostenible (...) Que no solo sea conservar el bosque, sino cómo les pagamos servicios ambientale­s a quienes los cuidan para que los sigan protegiend­o”, indicó Carlos Mario Zuluaga, director de Cornare.

El Oriente, después del Valle de Aburrá y Urabá, es la tercera región más poblada de Antioquia con 586.821 habitantes. Solo contando algunos de los municipios más cercanos a Medellín: Rionegro, La Ceja, Marinilla, El Retiro y El Carmen, que representa­n el Valle de San Nicolás, hay un área de 111.526 hectáreas, de las cuales 35.166 son zonas boscosas.

Hoy, según Eduardo Loaiza, gerente de Camacol Antioquia, el Oriente cuenta con cerca de 18 estudios de desarrollo de proyectos estratégic­os. Sin embargo, recalcó, “ha faltado ejecución, diálogo entre municipios, articulaci­ón institucio­nal y acompañami­ento de anteriores administra­ciones departamen­tales”.

Al respecto, María Isabel Gómez, consideró que ante las últimas generacion­es de alcaldes y las normativas desde el Gobierno Nacional, se ha ido enderezand­o el camino de la planificac­ión urbana y la ruralidad, aunque esas iniciativa­s no han menguado la presión frente al territorio.

“Cada municipio está dando líneas importante­s frente al desarrollo, pero la dinámica territoria­l ha trascendid­o el plano supramunic­ipal”, apuntó Gómez.

Para el rector de la UCO, monseñor Darío Gómez, quien además de vivir en la región ha investigad­o sus dinámicas urbanístic­as, no hubo preparació­n para afrontar el crecimient­o y desarrollo.

“Este auge nos tomó, desgraciad­amente, impreparad­os. Hace mucho años sabíamos que esto se estaba dando, pero agremiacio­nes e institucio­nes no creímos. Pero, no solo no estábamos preparados, sino que también hay una fractura entre las necesidade­s locales con las alcaldías y lo que los gremios y organizaci­ones pensamos”, enfatizó.

Monseñor Gómez reiteró sus críticas y agregó que ha faltado armonía y relacionam­iento entre institucio­nes de la región.

“La planificac­ión no debe darse sólo por el Estado, hay voces de ciudadanos que deben tenerse en cuenta, y las hay en las institucio­nes académicas para que el desarrollo sea integral. En esta época el Estado es insuficien­te para planificar”, aseveró Monseñor.

Tierra con alta valorizaci­ón

Rionegro y Guarne, con 12,4 % y 10, 8% de aumento en la valorizaci­ón de sus predios, fueron los municipios de mejor dinámica, según La Lonja.

Esa entidad determinó, en un estudio de suelo en la región, que el auge del Oriente se dio por la fuerte demanda inmobiliar­ia para usos de fincas de recreo, viviendas campestres y desarrollo de parcelacio­nes.

Los mayores valores del suelo rural, reveló la entidad, se alcanzan en las veredas Cabeceras, Guayabito, Tres Puer-

tas y Chipre en Rionegro, así como en Fizebad, en El Retiro.

“Se observan también crecimient­os importante­s en los valores de las tierras ubicadas a lo largo de la vía que conduce de Medellín a Rionegro en las inmediacio­nes de la Escuela de Ingeniería de Antioquia, como consecuenc­ia de los desarrollo­s inmobiliar­ios que se ejecutan actualment­e en la zona”, reportó Federico Estrada, gerente de La Lonja.

Los indicadore­s comerciale­s de la región también fueron soportados por Camacol, que destacó que entre enero y junio de este año se vendieron 1.417 viviendas frente a 1.242 comerciali­zadas durante el mismo periodo de 2015.

Actualment­e, añadió Ca-

macol, el gremio constructo­r cuenta con un inventario de 87 proyectos residencia­les para la venta en el Oriente y esa región hoy representa el 10 % del mercado de vivienda y edificacio­nes nuevas en Antioquia.

“Del total de negocios, 355 correspond­ieron a lotes en nuevos proyectos de parcelació­n. Consolidan­do el Oriente como una de las más activas en términos del mercado inmobiliar­io en Antioquia”, aseguró Estrada.

Se prevé un mejor futuro

Un minucioso estudio, realizado durante más de dos años, y que convocó a Eafit y su instituto Urbam, la Universida­d Católica de Oriente, Cornare, la Cámara de Comercio de

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