EL ORIENTE DE ANTIOQUIA DESDE EL AIRE
Oriente Proantioquia, la Corporación Empresarial de Oriente, Fundación Fraternidad Medellín, la Embajada de Colombia en Alemania y Asocolflores, arrojó la creación de una plataforma para la gestión de proyectos sostenibles.
Uno de los proyectos de la plataforma es el de la valorización ambiental de residuos sólidos con el que se pensó pasar del concepto de relleno a procesos de desarrollo tecnológico, innovación, emprendimiento, así como la generación de una cultura ambiental.
Otro de los aspectos que trabaja la plataforma son los ejes de comunicación e integración entre municipios como La Ceja, Rionegro, Marinilla, El Retiro, Carmen de Viboral.
Ana María Arango, coordinara de proyectos de Urbam, aseguró que la idea del estudio es que haya una normativa, una visión de cómo se quiere esa región sostenible para la presión que llegue lo haga bajo conceptos claros.
“Todo el mundo quiere irse a vivir allá (al Oriente) sin ver que está impactando y contribuyendo a un desorden general. Eso no se puede frenar, porque es un asunto de mercado. En la media que la sociedad mejora sus ingresos, la gente quiere vivir afuera de la ciudad”, sentenció.
El estudio que dio vida a la plataforma, que será entregada a los alcaldes del Oriente para que sea herramienta de planificación, plantea que la expansión urbana a través de la región ha sido fomentada por la corta distancia entre los valles de Aburrá y San Nicolás (una hora de viaje en carro ó 51 km de Medellín a Rionegro.
Para el arquitecto Juan Sebastián Bustamante, uno de los realizadores del estudio, la realidad del Oriente, en la actualidad, es desordenada con un crecimiento inmobiliario a partir de una presión inmobiliaria ante la cual el Estado no ha puesto reglas.
“Los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) definen una estructura pero no se han hecho cumplir. Entonces, cada quien está haciendo lo suyo y se está ocupando un territorio rico desde el punto de vista ambiental sin ningún criterio ecológico, urbano, social, de movilidad”, explicó.
Las entidades que le apostaron a la construcción de la plataforma, si bien realizaron el diagnóstico en el que el hoy de la región muestra un panorama gris plantean proyectos para que el Oriente sea sostenible. Una de estas alternativas que contempla el estudio es la movilidad en bicicleta con corredores entre los municipios y en zonas de alto tráfico vehicular y presencia humana como Llanogrande.
“Más importante que el proyecto de la plataforma, es el proceso que impulsamos para que las organizaciones tengamos un aporte que dar”, recalcó monseñor Gómez.
El rector, a su vez, reflejó la preocupación de habitantes y estudiosos del fenómeno de urbanización en el Oriente: me preocupa el agua, la movilidad y la sostenibilidad de este desarrollo. No sé si como estamos, en 30 años, esto sea sostenible”, concluyó