La locura de un Dakar
Nasser Al-Attiyah, Carlos Sainz, dos legendarias figuras del Rally, víctimas de lo duro que es esta carrera. Moreno y Sarmiento soportan en llegada a Bolivia.
Las palabras, a veces, quedan cortas para calificar lo salvaje que es el Rally Dakar. Así las cosas, mejor son los ejemplos y los testimonios.
“Es el Rally más duro de los últimos años”. Esa frase, que pareciera de cajón, la pronunció, cinco meses atrás,
Marc Coma, el hoy director de la carrera que ganó en 2006, 2009, 2011, 2014 y 2015.
Pues esa apreciación comprobó el catarí Nasser Al
Attiyah (Toyota), quien siempre es candidato a ganar en la modalidad de autos, tras verse obligado a abandonar ayer. A lo bravo del trazado, su carro le sumó “daños irreparables” durante la tercera etapa, el miércoles, cuando perdió más de dos horas luego de chocar contra una roca. Al-Attiyah había ganado el Dakar en 2011 y 2015 y fue segundo en 2010 y 2016 y tercero en 2014. “Es lamentable, estoy destrozado”, reconoció el catarí. Uno más, el motociclista
Toby Price, vigente campeón, debió retirarse. Una cinematográfica caída, cuando lideraba la etapa de ayer, dio al traste no solo con esa intención sino con su carrera. “El vencedor de 2016 ha sufrido una aparatosa caída y ha sido trasladado en helicóptero por las asistencias médicas tras fracturarse el fémur de la pierna izquierda”, informó la página web de la organización.
Y como para certificar estas apreciaciones, el español
Carlos Sainz (Peugeot), uno de los máximos aspirantes a ganar el Dakar, protagonizó otra jornada complicada, llena de desperfectos mecánicos provocados por las múltiples piedras escondidas en las dunas y que le perjudicó notoriamente.
En especial, en los últimos kilómetros de la etapa en la que perdió dos horas y veinte minutos en relación con el vencedor, el francés Cyril Des
pres, lo deja, prácticamente, sin posibilidad de aspirar al título. Fue en un barranco de 15 metros, a cinco kilómetros de meta, donde enterró sus esperanzas durante esta cuarta etapa, la primera que se disputa a alrededor de 3.500 metros sobre el nivel de mar, entre San Salvador de Jujuy y Tupiza, en Bolivia, con un trayecto de 521 kilómetros repleto de dunas.
La fortuna corrió despacio para Mateo Moreno y Juan Es
teban Sarmiento, quienes perdieron demasiado tiempo, aunque llegaron a meta. El primero figuró en la casilla 95 y el segundo, en la 103.
La quinta etapa, que se corre este viernes, irá de Tupiza a Oruro, con un recorrido de 692 kilómetros, 447 de ellos de especial, cronometrados, en los que el Dakar continuará mostrando su infierno