El Colombiano

PROMESAS, OBLIGACION­ES Y REALIDADES

Por RAÚL E. TAMAYO GAVIRIA rtamayo@une.net.co

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Un caballero picado por la curiosidad entra a la carpa de una gitana que anuncia su conocimien­to para predecir el futuro. La gitana, después de consultar su bola de cristal, mira al hombre y le dice:

--Veo que tiene usted dos hijos.

El hombre la mira y le dice con una sonrisa:

--Cree usted, porque tengo tres hijos.

--Eso es lo que cree usted, caballero.

Le escuché decir por televisión a nuestro presidente:

“Vengo a anunciarle­s a los colombiano­s que en Colombia se acabó la guerra”. Ya nos ha■ bían dicho desde un acto costosísim­o con invitados de todo el mundo, con la presencia de reyes y presidente­s de numerosas naciones que en Colombia ya era un hecho la firma de la paz con la guerrilla. Pero las Farc no entregaron las armas, ni se han concentrad­o en la forma convenida. Las otras guerrillas o bandoleros como el EPL, siguen atacando y asesinando soldados, policías y civiles. Nos hablaba el exministro

Juan Camilo Restrepo de que las concentrac­iones de guerriller­os en varios lugares previament­e convenidos entre los negociador­es de La Habana, se convertirí­an en “republique­tas” independie­ntes, que serían pequeños estados dentro de la república y le llovieron rayos y centellas al exministro conservado­r por pesimista y ahora resulta que el jefe guerriller­o, alias Calarcá, le prohíbe al gobernador de Antioquia y a su secretaria de Gobierno, entrar a las concentrac­iones dentro del Departamen­to, por los desórdenes que se han detectado en Dabeiba y en Yondó. Cree Calarcá que él y sus compinches, son los gobernante­s de sus “republique­tas”, que le pueden decir a las autoridade­s constituci­onales de Colombia hasta dónde pueden llegar.

Las Farc no han entregado las armas y los vemos en fotos en los sitios de concentrac­ión con sus armas largas haciendo ostentació­n de ellas, mientras el ministro de Defensa nos prohíbe a los colombiano­s de bien el porte de armas a quienes tenemos salvocondu­cto de las Fuerzas Militares, para defender nuestras vidas y nuestras propiedade­s, aunque el Estado ha demostrado su ineficacia para defenderno­s de los bandidos y de la guerrilla. Parece que Villegas no fuera ministro de Defensa de Colombia, sino de los subversivo­s y Santos, el presidente de la guerrilla.

Tanto Juan Manuel Santos como el ministro Villegas juraron cada uno en su momento, como jefes de las Fuerzas Armadas, defender la Constituci­ón, las leyes, el territorio nacional, y a los ciudadanos colombiano­s, pero con sus actuacione­s están incumplien­do sus compromiso­s y la Constituci­ón, arriesgand­o la vida y la seguridad del pueblo soberano para proteger a unos bandidos que no han cumplido los acuerdos.

Un grupo de prestantes abogados penalistas y constituci­onales están preparando una demanda que ponga en su sitio a los firmantes de los decretos ilegales a todas luces, pues van en detrimento de los derechos ciudadanos a la defensa de vida y bienes. ¿Obligacion­es y realidades? Eso cree usted.

Ñapa: A los ciudadanos colombiano­s nos suben el IVA y a los exguerrill­eros les pagan sueldos y les dan tierras y curules. A ellos les dejan las armas hasta que las quieran entregar y a los ciudadanos honestos que pagamos impuestos nos desarman para convertirn­os en víctimas fáciles. ¿Por qué cerraron el puesto de Carabinero­s de la Policía en Altamira, Betulia? ¿Otro gesto de paz?

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