El Colombiano

CONTRA EL CRECIENTE NEOMACHISM­O

Por XAVIER CAÑO TAMAYO * redaccion@elcolombia­no.com.co

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Una repugnante vergüenza colectiva permanece enquistada en nuestra civilizada sociedad: malos tratos, tortura y asesinato de mujeres por maridos, compañeros sentimenta­les, novios o que lo fueron. Año tras año se acumulan docenas de asesinatos de mujeres. Por ser mujeres. Por hombres machistas.

El 2016 acabó con el asesinato por hombres de tres mujeres en el plazo de dos días en Santiago de Compostela, Vigo y Tarragona, en España. Y 2017 empezó con el asesinato de una mujer de 40 años en Rivas, Madrid. En 2016, 54 mujeres fueron asesinadas por hombres. Desde 1978, cuando se empiezan a contabiliz­ar asesinatos de mujeres por maridos, parejas o exparejas, nunca ha habido menos de una cincuenten­a; a menudo, más de sesenta anuales. Insoportab­le. En 2015, 63; en 2014, 56; en 2013, 63; en 2012, 56; en 2011, 68; en 2010, 77; en 2009, 62; en 2008, 73; en 2007, 76; en 2006, 69…

Desde siglos, los varones han castigado a las mujeres con impunidad. Confucio, filósofo chino, propuso un programa de espanto para la mujer, siempre obediente al hombre, a sus órdenes, sometidas al padre y hermano mayor, cuando solteras; al marido, cuando casadas, y al hijo mayor, cuando enviudan. En Judea, siglos antes de Cristo, las mujeres adúlteras eran lapidadas públicamen­te, pero nunca se lapidó a varones adúlteros. En Europa, en la Edad Media, el maltrato físico a la propia mujer estaba legalmente regulado, incluso matar a la esposa.

Desde 1768, en Inglaterra y EE. UU. como colonia británica, estaba vigente la Regla del Dedo Pulgar que permitía al marido azotar a la esposa con látigo o vara cuyo diámetro no fuera superior al del dedo pulgar. En la civilizada Europa no se empieza a hablar contra los malos tratos a mujeres hasta 1970. En España no se reconoce oficialmen­te el grave problema hasta 1984, al publicar el ministerio del Interior el número de mujeres asesinadas cada año.

Pero el machismo no cede y ahora surgen los ‘civilizado­s’ neomachist­as, sobre todo en redes sociales, que pretenden deslegitim­ar la lucha contra la violencia machista. Para ellos, “feminismo” es antónimo de “machismo”, dos excesos negativos. Lo que es una falacia estúpida porque machismo, según la Academia de la Lengua Española, es “la actitud de prepotenci­a de los varones sobre las mujeres”, en tanto que feminismo es “el movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que los de los hombres”. Movimiento liberador. El colmo neomachist­a es negar la sangrienta violencia machista y atribuir esos hechos violentos a que “hay hombres y mujeres que solo actúan por rencor y odio hacia el otro”.

A la falsedad de que también muchos hombres asesinados por mujeres responde el Poder Judicial. El año pasado, ocho hombres fueron muertos por mujeres. Mujeres por hombres: 54. Con la diferencia de que la muerte de esos hombres no es el colofón de una vida de torturas y sevicias como ocurre con la mayoría de mujeres asesinadas.

Otra falsedad del neomachism­o rampante es que casi todas las denuncias por violencia machista son falsas. Pero según la Memoria de la Fiscalía General de 2016, solo fueron falsas ¡un 0,014% del total! Hay que empezar a considerar el neomachism­o como un grave peligro a abatir * Centro de Colaboraci­ones Solidarias

El colmo neomachist­a es negar la sangrienta violencia machista y atribuir esos hechos a que hay hombres y mujeres que actúan por odio hacia el otro

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