Gobierno y Eln: ¿será que sí?
Esta semana el Gobierno y el Eln tendrán una tercera oportunidad de abrir una mesa pública de diálogos.
El Gobierno reveló que la próxima reunión exploratoria con el Eln se realizará este jueves 12 de enero en Quito. Odín Sánchez no ha sido liberado.
Aunque estaba establecido que mañana el Gobierno y la guerrilla del Eln retomarían los encuentros exploratorios para asegurar las voluntades que dieran al fin con el inicio de una mesa pública de negociaciones, el jefe del equipo negociador del Gobierno, Juan Camilo Restrepo, anunció, mediante un comunicado que la reunión se realizará este jueves 12 de enero.
Ya el Eln había asegurado, a través de sus redes sociales, que asistiría a la reunión: “El Eln asistirá a la cita del 10 de enero, cumplirá como siempre lo acordado y dejará ante el mundo a Santos sin argumentos ni excusas”.
Carlos Arturo Velandia, gestor de paz, expresó que el aplazamiento solo es comprensible si es para, por fin, pasar a la negociación pública, de lo contrario, dijo, sería solo “mamadera de gallo”.
El Gobierno no precisó el porqué del aplazamiento, sin embargo, el experto en conflicto y docente de la Universidad Nacional, Víctor de Currea Lugo, dijo que el aplazamiento de dos días se dio por asuntos logísticos, no por falta de voluntad de las partes.
En principio, según reveló el analista a EL COLOMBIANO, se puso en la mesa la posibilidad de cambiar la sede de este ciclo de diálogos exploratorios, pero finalmente ambas partes decidieron que Quito, Ecuador, seguirá siendo la sede de esta conversación y se espera que durante los próximos días arriben a esa ciudad los equipos negociadores, otra de las dificultades por las que no se dará inicio el 10 de enero.
Currea Lugo explicó que es difícil transportar hasta Quito a los delegados del Eln, que deben hacer un largo recorrido por las trochas de Colombia hasta llegar a un aeropuerto cercano.
¿Quiénes irán?
El Gobierno ya confirmó los suyos: a la cabeza estará el exministro de Agricultura y Desarrollo Rural, de Hacienda y de Minas y Energía, Juan Camilo Restrepo; asistirá la exministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luz Helena Sarmiento; el mayor general ( r) del Ejército, Eduardo Herrera Berbel; el psiquiatra y consiliario de la Universidad del Rosario, Alberto Fergusson, y los asesores de la presidencia Jaime Avendaño y María Alejandra Villamizar.
Esta delegación fue definida el 28 de diciembre por el presidente Juan Manuel Santos, quien los comisionó para “que se reúnan con representantes del Eln con el fin de encontrar fórmulas de entendimiento que conduzcan a la apertura de la mesa pública de conversaciones prevista en el Acuerdo de Diálogos
para la Paz de Colombia entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional de marzo de 2016”.
Se espera que por el Eln asistan alias Pablo Beltrán, Aurelio Carbonell y Antonio García.
Será la primera vez que Restrepo y Beltrán se sienten a conversar.
Sin Odín Sánchez
Hasta el momento el Eln no ha liberado a Odín Sánchez, el excongresista chocoano que ajustó nueve meses secuestrado por esa guerrilla después de canjearse por su hermano Patrocinio, exgobernador de ese departamento del pacífico colombiano, y por quien esa insurgencia está pidiendo
3.500 millones de pesos.
Su liberación ha sido una línea roja que el presidente Santos ha prometido hacer cumplir. Es decir, la mesa pública no iniciaría hasta que Sánchez esté con su familia.
Sin embargo, algunas voces han pedido “desodinizar” la negociación, entre ellas la del monseñor Darío Monsalve, arzobispo de Cali.
Víctor de Currea Lugo cree que es importante que se produzca la liberación, pero que en la misma medida es necesario que el Gobierno cumpla con su parte de indultar a dos elenos presos que fungirían como gestores de paz.
Ese ha sido un reclamo reiterado de la guerrilla, quien
insiste en que el indulto de sus hombres debe darse en el mismo momento que la liberación del dirigente chocoano, sobre quien han asegurado que le hacen un juicio político.
El jueves ambas partes destaparán sus cartas y podrán ver qué tanta voluntad de paz hay para iniciar la mesa de diálogos más esquiva de la historia del conflicto colombiano