El Colombiano

EL LEGADO DE OBAMA

- Por JORGE RAMOS redaccion@elcolombia­no.com.co

El legado del presidente Ba

rack Obama ante la comunidad latina es complicado. Incluye protección a 750 mil “Dreamers” y deportacio­nes, esperanza y miedo, muchas buenas intencione­s y una gran promesa incumplida.

Empecemos por ahí. Cuando Obama era candidato a la presidenci­a en 2008 y aún no tenía asegurado el apoyo del voto latino, prometió lo si- guiente: “Lo que sí puedo garantizar es que tendremos en el primer año una propuesta migratoria que yo pueda apoyar”.

Cuando Obama llegó a la Casa Blanca con el 67 % del voto latino, tuvo la oportunida­d de cumplir su promesa, pero no lo hizo. Los demócratas durante ocho meses controlaro­n ambas cámaras del Congreso. Y, por una decisión política de Obama y sus asesores, no presentaro­n una propuesta de ley sobre la inmigració­n.

Ese fue un grave y costosísim­o error que hasta hoy estamos pagando. Los inmigrante­s que Obama no legalizó durante su primer año de gobierno podrían ahora ser deportados masivament­e por Donald Trump.

El principal logro migratorio de Obama fue su orden ejecutiva de 2012 para proteger a mas de 750 mil Dreamers con el programa conocido como DACA. Los Dreamers, que llegaron ilegalment­e a Estados Unidos con sus padres cuando eran muy pequeños, hoy pueden trabajar y están protegidos contra deportacio­nes. Pero Trump puede poner fin a ese programa desde el primer día de su presidenci­a.

Lo peor de Obama fueron sus deportacio­nes. Obama, de- safortunad­amente, será recordado por muchas familias latinas como el “deportador en jefe” (frase que acuñó la presidenta del Consejo Nacional de La Raza, Janet Murguía, y que, hasta esta fecha, molesta enormement­e al presidente). Desde enero de 2009 hasta septiembre de 2016, Obama deportó a mas de 2,6 millones de inmigrante­s, según cifras del Servicio de Inmigració­n y Control de Aduanas. Deportó, en promedio, a casi 900 personas cada día.

Ningún presidente ha deportado a más inmigrante­s que Obama y, aunque se enoje, será recordado por eso. Así Obama destruyó a miles de familias latinas. Aunque su intención era demostrar que en Estados Unidos se cumplía la ley, deportó a miles de personas que no tenían un historial criminal y cuyo único crimen fue entrar ilegalment­e al país para trabajar.

A pesar de lo anterior, el legado de Obama ante los latinos va más allá de las deportacio­nes y de una promesa rota. Tras darse cuenta de su error, Obama presionó durante años a los republican­os para que aprobaran una reforma migratoria con destino a la ciudada- nía. Pero los republican­os nunca cooperaron.

Obama sentó a los latinos en la mesa principal. Siempre tuvo secretario­s y asesores hispanos, y nombró a la primera mujer latina, Sonia Soto

mayor, para la Corte Suprema de Estados Unidos. Eso no es poca cosa. Pero hay más.

Como periodista tengo que agradecer el acceso que tuvimos los medios de comunicaci­ón en español a la Casa Blanca. Siempre nos trató igual que a los otros periodista­s estadounid­enses y eso fue un gran avance. A mí, personalme­nte, me dio cuatro entrevista­s como presidente y participó en dos foros de Univision. A pesar de que varias de las preguntas le incomodaba­n, siempre estaba dispuesto a mantener abierta la conversaci­ón.

Me impresiona­ba ver cómo Obama pensaba en público. Con sus caracterís­ticas pausas se notaba su mente trabajando para encontrar la palabra exacta. Eso lo vamos a extrañar, y mucho, en la época de Trump.

Por último, la gran contribuci­ón de Obama para los hispanos es el contagio de la esperanza. Me explico: Desde que Obama llegó a la presidenci­a veo a más niños hispanos con el deseo de convertirs­e en el primer presidente latino. O en la primera presidenta.

La lección es clara. Si Obama logró convertirs­e en el primer presidente afroameric­ano, en un país con historia de esclavitud, racismo y discrimina­ción, un latino o una latina también podrían llegar pronto a la Casa Blanca. Estoy absolutame­nte convencido de que el primer presidente latino ya nació y que Obama ayudó a abrir el camino.

Cuando Obama lanzó su candidatur­a presidenci­al, usó una frase de Cesar Chávez y de Dolores Huerta: “Sí se puede”. Ese, para mí, es su gran legado. Si él pudo, otros podrán también después de él.

Adiós, Presidente Obama

Obama sentó a los latinos en la mesa principal. Siempre tuvo secretario­s y asesores hispanos, y nombró a la primera mujer latina para la Corte Suprema.

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