Lo que falta son las buenas prácticas
“El caso Odebrecht afecta demasiado al sector constructor de infraestructura. Esto le da inestabilidad y poca credibilidad a un sector que procura posicionarse bien. Sin duda, la práctica perversa de pagar por direccionar contratos o pliegos de licitación es lo que más nos preocupa, y eso es algo que se hace muchas veces. Creo que este no es un tema legal. La corrupción no se soluciona con una ley o con el cambio de ella: este es un asunto de buenas prácticas. Aquí se está haciendo visible el tema en un contrato de buena magnitud y que la gente se entere y las autoridades operen. Una de las frustraciones que tenemos es que no sirven las alertas y solo hay actuaciones de los entes de control posteriores a los hechos y eso no tiene sentido. En la CCI nos cansamos de advertir a los entes porque nunca hay una respuesta. Son evidentes los pliegos completamente direccionados con un único proponente y pese a que en ocasiones aparecen otros proponentes, estos solo sirven como payasos y resultan descalificados, porque ya hay un acuerdo para decidir el ganador. En estos casos los más difícil de demostrar es que se está evadiendo la ley. Me parece preocupante cuando mucha gente sale a decir que está cumpliendo la ley, porque eso no es suficiente: este es un tema de cultura y buenas prácticas. Y, ¿qué garantiza que las contrataciones 4G están blindadas de prácticas fraudulentas? Nadie está blindado totalmente, pero en esos casos nos deja tranquilos que todo el esquema se cambió y siempre hubo acompañamiento de entidades muy respetables. Adicionalmente, en las 4G siempre hubo varios proponentes y aun los perdedores nunca hicieron una reclamación. Para las autopistas 4G se utilizó un modelo diferente al que había antes, cuando todo era traumático y el perdedor denunciaba trampas en el proceso”.