Museos que educan y divierten, ahora son centros culturales
Los museos dejaron de ser edificios que se veían imponentes y aburridos. Ahora compiten estratégicamente para seducir por medio del arte y la cultura a sus visitantes y vecinos.
Quienes conserven en su mano un anillo que han recibido de su mamá y que esta a su vez recibió de la suya, podrán definir el valor del patrimonio.
También los que atesoren fotos, cuadros y muebles como herencias familiares. “Estos muebles son unos Luis XV - dice Angelo Botero mientras evoca tiempos pasados-, se los compré a mi mamá con mi primer sueldo hace 40 años, ahora son míos y no tienen precio”.
Asimismo le puede pasar a cualquiera con un objeto que, por diversas razones, haga parte de su historia. Y no solo objetos. La receta de la abuela en la familia y el desfile tradicional de silleteros de Medellín, son patrimonios culturales inmateriales que tienen como atributos la construcción de sentido que hacen las personas con ellas.
En constante movimiento, los primeros museos se crearon con la idea de exhibir patrimonios de la nobleza. Sin embargo, como instituciones cambiantes han evolucionado adoptando nuevas funciones.
Para el antropólogo y director del Museo de Ciencias Naturales de la Salle del Instituto Tecnológico Metropolitano, Lázaro Mesa Montoya, los museos, sin alejarse de sus objetivos misionales que son “adquirir, conservar, estudiar, exponer y difundir el patrimonio”, deben competir con los demás consumos culturales buscando que las comunidades lo prefieran.
Para él, el museo debe divulgar sus colecciones de maneras creativas y diversas con el objetivo de que prefieran ir al museo que a las salas de cine, los centros recreativos, las bibliotecas, los teatros, los centros comerciales y los diferentes sitios que ofrecen cultura y entretenimiento en las ciudad .
En Antioquia hay 73 museos. Medellín cuenta con 24 de ellos. Lugares que se encargan de contar las diferentes historias de la ciudad y del país, pero que además han asumido el reto de seducir a sus públicos como escenarios alternos donde se nutre y dinamiza la agenda cultural de la ciudad.
Conversamos con algunos museos para ver su papel dentro de la programación cultural de la ciudad.
El Mamm
Según Manuela Alarcón, directora de educación y progra- mas para públicos del Museo de Arte Moderno de Medellín, Mamm, desde su creación hace 38 años en el barrio Carlos E Restrepo, siempre ha tenido programación alterna a sus exposiciones tales como talleres para niños. Además de una sala donde se ofrecía programación de cine.
“Cuando nos pasamos para Ciudad del Río, se pensó en volver a tener sala de cine, y gracias a la expansión se pudo crecer el museo. Ahora, aparte de cine, en el auditorio se hacen conciertos y conferencias”, explica.
Programas de experimentación, talleres y conversatorios abiertos, donde profesores e investigadores divulgan su trabajo, se realizan en el marco de las exposiciones. La formación es constante, hay noches extendidas con cine gratis y la programación de música y cine, sin mencionar las actividades que se suman por eventos de ciudad como ferias y festivales, hacen parte de sus agendas mensuales.
“Dos de las actividades más representativas son la cartelera de cine que funciona de jueves a domingo. Cada dos meses en el auditorio del teatro se realiza un concierto que busca preguntarse por la música de hoy”, comenta Alarcón.
“Los museos son espa- cios de intercambio ciudadano. Nada se hace con una oferta cultural si los ciudadanos no se apropian de ella, por eso queremos ser un centro de encuentro”.
Basta con darse una vuelta por el Mamm para ver como las personas se han apropiado de su estructura pública. Sus escaleras y bajos con techo convocan a picnics, ejercicio físico y toda clase de tertulias.
Museo Casa de la Memoria
Con 10 años de creación, es uno de los museos más jóvenes de la ciudad. Sin embargo, su infraestructura dotada de biblioteca, y auditorio, su temática, crucial en momentos de posacuerdo, el Parque Bicentenario al lado, y su amplio vecindario, ávido de oferta cultural, lo hacen uno de los de museos con mayor proyección cultural.
Según su directora Adriana Valderrama, actividades de trueque teatral, películas, lecturas y la unión a agendas de la ciudad hace que la programación del Museo sea continua. Valderrama afirma que uno de los objetivos del plan estratégico del museo es lograr que la comunidad se apropie de su espacio y ha notado que por medio de actividades alternativas pueden lograrlo.
“Siempre que hacemos
“Hay que entender el museo como un espacio de encuentro, un referente donde no solo vas a una exposición, sino donde la gente se apropia del espacio porque encuentra ofertas más atractivas que las de un centro comercial”. MANUELA ALARCÓN Directora de Educación y Programas Mamm “Somos conscientes de que tenemos mucha competencia en los tiempos libres de los públicos, pero con las acciones, que son muy diversas, queremos que las personas se enamoren y vean en la cultura y en el arte una posibilidad”. JESSICA RUCINQUE Directora de Educación, Museo de Ant.
una actividad afuera como conciertos o por ejemplo, el día de las velitas, venía mucha gente del sector, la gente muy interesada todo el tiempo preguntando en qué podían colaborar”, comenta, aclarando que en su exposición actual, Imaginarios, la hizo la población de Medellín pensando en cómo sería el territorio en paz.
La directora adelanta que su infraestructura se ampliará porque también administrarán el Parque. “A partir de este año el museo funcionará como Parque Bicentenario, por lo cual se añade un teatrino y una pantalla de agua que están inactivas”.
Solo pasar por el parque del barrio Boston, sector aledaño al Museo, evidencia la necesidad de activar ofertas culturales al verlo lleno de familias con sus hijos jugando.
Museo de Antioquia
Los 135 años del museo presentan más que 6.000 obras de arte que alberga. En él, las agendas académicas: talleres educativos y artísticos, conciertos y conversatorios, entre otros, actividades que activan diariamente el centro de la ciudad.
Jessica Rucinque, directora de Educación del museo, explica que aunque el siempre habían tenido estrategias para sus públicos cautivos, ahora están concentrados en convocar a sus vecinos de la Comuna 10. “En este momento tenemos programas educativos para los niños como los Diálogos consentidos, donde invitamos a los niños de La Candelaria a que se apropien del museo”, cuenta, mientras explica que el proceso no ha sido fácil porque “ninguno de estos niños había entrado al museo, hasta preguntaban si podían entrar así vestidos”.
Actividades como Patio Sonoro o conciertos de la Red de Escuelas, siempre tie- nen componentes educativos para unir el entretenimiento a la misión educativa del museo.
Museo del ITM
Los acervos del Museo de Ciencias Naturales de la Salle, museo que ahora hace parte del Instituto Tecnológico Metropolitano, hablan de las expediciones antioqueñas de los hermanos Lasallistas. Actualmente, aparte de exhibir sus colecciones, tienen programas dirigidos a sus vecinos.
Según Andrés David Torres, director de Educación, Del Museo al hogar es un programa que se ofrece a los vecinos de la comuna 9, pero también a los empleados y estudiantes del ITM, aunque está dirigido especialmente a adultos mayores. “La comunidad lo pregunta y tiene un público cautivo”. Actividades para niños y jóvenes y jornadas vacacionales donde los hijos de los estudiantes y empleados del ITM pueden disfrutar de los espacios del museo jugando y aprendiendo. “Conferencias para todo tipo de públicos, funciones de títeres, funciones de clown son actividades continuas que ofrecemos en nuestra programación”.
Para sus directores, el objetivos principal es conjugar esas actividades y su programación general con el arte, la ciencia y la tecnología.
El Maja, en Jericó
El Museo de Antropología y Arte de Jericó Antioquia, está a cargo de Roberto Ojalvo, quien también fue director del Museo Universitario de la Universidad de Antioquia. Él afirma que aparte de catalogar, conservar y exhibir, “queremos superar el binomio de la cultura y las bellas artes, dando espacio a la literatura, el teatro, la música, y múlti- ples actividades educativas”.
El director asegura que su objetivo es convertirse en el centro cultural de su municipio asegurando que propios y turistas encuentren un espacio de puertas abiertas con programación continua.
“El mayor orgullo de los jericoanos es traer a sus visitas al Maja, aquí hemos tenido exposiciones tan importantes como las de Andy
Warhol, pero también presentaciones de libros como La Oculta de Héctor Abad”, explica Ojalvo sin dejar de mencionar que la calidad de sus eventos y su programación continua es gracias a La galería de Alonso Garcés y a la administración municipal.
Visitar el Maja es un ejemplo de apropiación y activación. Mientras en su auditorio se preparan para un concierto de música de cámara, convenio que tienen con Eafit, afuera jóvenes voluntarios hacen talleres artísticos y dan visitas guiadas.
Cinco museos no hacen justicia a 73, pero son una radiografía básica que muestra las ofertas de las que se han ido apropiando sus públicos y vecinos. Su arquitectura y su accesibilidad, ligada al cine, la música, la lectura, y sus múltiples actividades alternas, logran ganar públicos, pero con actividades pensadas para trascender el ocio y el disfrute aprendiendo de arte, arqueología, antropología, medio ambiente, ciencia, civismo, identidad, historias, entre otros