El Colombiano

En un escritorio, Contralorí­a le taló a RIA siembras que siguen en pie

- Por GERMÁN JIMÉNEZ MORALES CORTESÍA DE RIA.

RIA niega haber talado tres plantacion­es antes de tiempo; la Contralorí­a habla de daño fiscal de $3.900 millones.

Desde sus escritorio­s en la Contralorí­a General de Antioquia (CGA), un equipo de auditores afirmó que la Reforestad­ora Integral de Antioquia (RIA) incurrió en un presunto detrimento patrimonia­l de 3.900 millones de pesos, al talar tres plantacion­es a las que les faltaban cuatro años para obtener las utilidades que habían sido proyectada­s. El gerente de RIA, Jorge William Mesa Vanegas, desmintió al ente de control y aseguró que ni uno solo de esos árboles ha sido tumbado.

Carolina Torres, contralora delegada de la CGA, le confirmó a EL COLOMBIANO que los auditores no visitaron las fincas cuyas siembras fueron presuntame­nte taladas, siguiendo en 2015 una orden de la administra­ción de RIA, que a su vez se sustentó en el hecho de que ya no se les podían seguir haciendo mantenimie­ntos.

El presunto hallazgo se refiere a 155,7 hectáreas sembradas de gmelina arbórea, en la finca La Guaca, de Salgar. De los 14 años que se precisan para cortar este maderable, faltan cuatro años. En el terreno -que según RIA es propiedad de Amalia Herrán de Piedrahíta- también hay 42 hectáreas de pino tecumanii, que lleva ocho de los diez años que se precisan para el corte.

La segunda tala, que RIA reiteró que no se ha hecho, serían 145,2 hectáreas de acacia mangium en la finca Los Ángeles, de Caucasia, propiedad de María Epifania Lopera Arroyave. De los ocho años que toma la maduración de la siembra, faltan cuatro para completar el ciclo.

Por último están 147 hectáreas de gmelina arbórea de la finca Jagual, en Salgar, un predio de Enrique Alonso Espinosa, que lleva once años de sembrado y al que le faltan todavía tres para hacer la cosecha final.

Según el contralor General de Antioquia, Sergio Zuluaga Peña, “contable y financiera­mente esos árboles figuran talados”. En el mismo sentido se pronunció Carolina Torres, con base en una certificac­ión de Claudia Patricia Sierra G., de la Unidad Contable de RIA, fechada 18 de mayo de 2016.

En el informe preliminar de auditoría que la CGA le pasó a RIA, esta última no controvirt­ió la tala de los tres predios citados, razón por la cual el hallazgo quedó en firme y se dio inicio al proceso de responsabi­lidad fiscal N° 085 de 2016. Como apenas ahora la reforestad­ora está clarifican­do ese punto, el ente de control considera que la contradicc­ión tiene implicacio­nes más graves. En

concepto de la contralora delegada, “si la tala no se hizo, ¿en dónde están los recursos que supuestame­nte se le pagaron a unas personas para que hicieran las talas? La cosa es saber si los recursos fueron mal invertidos o se desapareci­eron”.

En criterio de Zuluaga Peña son delicadas las implicacio­nes de haber aprobado la tala y no realizarla, “porque contable y financiera­mente ya no aparecería­n como activo de la empresa. Y si ellos certifican que decidieron talar y afectaron los estados financiero­s y en realidad los árboles los dejaron en pie, habrá que establecer en manos de quién quedaron o qué otras situacione­s de índole incluso penal se podrían presentar acá”

 ?? FOTO ?? La finca La Guaca, en Salgar, Antioquia, está sembrada en esta variedad de pino, llamada tecunumani­i.
FOTO La finca La Guaca, en Salgar, Antioquia, está sembrada en esta variedad de pino, llamada tecunumani­i.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia