CONTRAPORTADA
Durante los últimos meses, el serbio ha caído rápido en varios de los torneos grandes.
Novak Djokovic, un tenista que viene a la debacle en la ATP.
La eliminación de Novak Djokovic en la segunda ronda del Australian Open, a manos de Denis Istomin, 7-6 (8), 5-7, 2-6, 7-6 (5), prendió las alarmas en el entorno del serbio, quien en los últimos cinco torneos importantes no ha encadenado buenas actuaciones. Desde el Roland Garros, su último Grand Slam conquistado -el año pasado-, ha venido en declive en los importantes. En Wimbledon cayó en tercera fase ante Sam Querrey. Posteriormente, recibió el que calificó como el golpe más duro de su carrera: perder en primera ronda de los Juegos Olímpicos, ante el argentino Juan Martín Del Potro. Su lugar en el puesto uno del ranquin ATP comenzó a tambalear cuando perdió la final del US Open con Stan Wawrinka. Y se selló en la final del Masters de Londres, cuando Andy Murray lo derrotó con categoría en la final. Todas estas situaciones han provocado dudas respecto al nivel del serbio. Ayer, el uzbeko Istamin puso el ahínco en el nivel de Nole: ¿le estará pesando el haber dejado a Boris Becker, su entrenador? “No dedicó todo el tiempo que debería a entrenar en los últimos seis meses y él lo sabe”, dijo Becker, en una entrevista a Sky Sports, luego de la desvinculación. Aún así, Djokovic, quien reconoce que el alemán fue muy importante para su trabajo mental, atribuye esto a los altibajos normales del deporte. “Empecé la temporada muy bien. Cualquier día, puedes perder. Nada es imposible. Son más de cien jugadores que empiezan en el cuadro principal”