Barranquilla, en jaque por inseguridad
Expertos aseguran que en la ciudad hay 220 bandas delincuenciales. Los índices de homicidios se elevaron.
La ola de asesinatos en Barranquilla, que alcanzó las 43 personas muertas en tan solo 15 días, evidenció una problemática que para varios expertos es vieja en esta ciudad: la grave situación de inseguridad que se vive en la capital del Atlántico por la lucha del control territorial. Se estima que en la ciudad hay cerca de 220 bandas delincuenciales, que según informes de la Policía, no tienen que ver con grandes estructuras armadas ilegales.
Y evidentemente no es una problemática nueva, ya que desde la campaña para llegar a la Alcaldía, el alcalde Alejandro Char, prometió que militarizaría la ciudad para recuperar la seguridad. En conversación con EL COLOMBIANO, Char advirtió que conoce al detalle lo que está pasando y que se están haciendo inversiones importantes. “Estamos invirtiendo en seguridad 100.000 millones de pesos para dotación vehicular, motocicletas, equipos. Estamos dándoles las herramientas a la Policía para facilitar sus labores”.
Destacó además que con el apoyo del Gobierno Nacional se instalaron 544 cámaras de alta tecnología, las cuales grabarán todos los hechos importantes con el fin de vigilar a Barranquilla las 24 horas del día. “Estos esfuerzos se ven re- flejados en una reducción del 6 % de los homicidios durante 2016, gracias a una estrategia basada en un análisis integral de seguridad y convivencia, que identifica los delitos de mayor ocurrencia, los generadores de riesgos y determina la intervención de las instituciones de seguridad”.
Sin embargo, el panorama no es tan alentador. Al punto que el mismo presidente Juan Manuel Santos hace una semana se puso al frente de la situación y le ordenó director de la Dijín, general Jorge Luis Vargas, permanecer en Barranquilla hasta lograr reducir los índices de homicidios registrados en los primeros días de este año.
“Cuando tiene el cien por ciento una ciudad de cobertura de cámaras de seguridad, automáticamente, bajan los índices de inseguridad”, dijo el presidente Santos y le dio a la Policía un plazo de dos semanas, las cuales se vencen este viernes 27 de enero, para disminuir los homicidios.
¿Será tan fácil?
A pesar de la exigencia presidencial, para los analistas no será tan fácil. Arturo García Medrano, expersonero de Barranquilla, le explicó a EL COLOMBIANO que la problemática que tiene hoy esa ciudad es parte de la herencia de casi 40 años de una historia criminal que comenzó con la bonanza de la droga en los años 70. “Lo que
tenemos es una federación de clanes delincuenciales en casi 12 hitos de inseguridad que es donde se mueve el delito en forma circular. El accionar de la criminalidad comprende ejes de barrios en donde estas agrupaciones, sin tener un rumbo organizacional de una estructura criminal de las que hoy operan en el país, sí tienen liderazgo territorial que logra apoderarse de barrios enteros como El Bosque”, explicó.
Dijo que la solución va más allá de instalar cámaras o de tener más de 5.000 policías. “La problemática que tenemos está arraigada a la contracultura delincuencial y criminal que permeó a familias enteras
donde el delito se nos multiplica y va creciendo a través de líderes de esas familias”.
Jair Vega, sociólogo y profesor de la Universidad del Norte, destacó que la problemática no es del gobierno actual y tiene que ver con la poca inversión en los jóvenes, ya que según él, tiene que haber alternativas de estudio y de trabajo que les permitan no involucrarse con estas bandas. “No es solo un asunto policial, también hay que hacer inversión social para empezar a prevenir que la juventud caiga en estas redes. La mayor crítica que se le ha hecho al alcalde es que ha hablado solo de inversiones policiales y esto es importante, pero se requieren de otro tipo de apuestas”.
Por último, el politólogo Fernando Giraldo, destacó que para él las cifras no son especialmente dramáticas con respecto a otros periodos y que lo que está pasando está relacionado con la percepción. “Esto corresponde a un problema de deterioro social de la ciudad y no es del resorte de la Policía”.
Agregó que la percepción ha sido alimentada por el mismo alcalde con el fin de advertir que esto es de carácter policial, “pero al mandatario Char se le ha olvidado que él es el jefe de la Policía y que si alguien tiene que responder por la seguridad es él”.
Agregó Giraldo que lo que ha hecho Char, entonces, es crear la percepción que la inseguridad está completamente desbordada y que él no tiene nada que ver “y con esto ha logrado trasladar la problemática de seguridad al Gobierno Nacional”