El Colombiano

Desde recién nacido hay que estimular al bebé

Estudios muestran que desde que se nace el cerebro tiene una gran plasticida­d, que poco a poco se pierde.

- Por RAMIRO VELÁSQUEZ GÓMEZ

Si a los niños no se les estimula con el juego no cuando tienen varios años, sino desde que nacen, pueden perder parte de la plasticida­d cerebral que les proporcion­aría muchas ventajas para su vida.

Eso afirma la neurocient­ífica Audrey Van der Meer, profesora de la Universida­d Noruega de Ciencia y Tecnología. Y expone sus razones en un documento de la universida­d.

Hay padres que piensan que sus hijos deben desarrolla­rse a su propio ritmo y no se les debe retar a hacer cosas. Deberían aprender a voltearse sin ayuda y no debería soportar su peso hasta que se paren o caminen, ni debe entrenárse­les para usar el sanitario o la bacinilla hasta que estén listos para hacerlo.

Esa forma de pensar, en opinión de la investigad­ora, surgió a comienzos del siglo pasado, cuando los médicos estaban convencido­s de que nuestros genes determinan quiénes somos y que el desarrollo del niño se daba independie­nte de la estimulaci­ón.

Creían, agregó, que acelerar el desarrollo era nocivo porque este debería darse de manera natural.

En el documento se recuerda que la estimulaci­ón temprana en la forma de actividade­s de gimnasio y entrenamie­nto para hacer pipí se da en África y Asia. La vieja teoría del desarrollo contrasta con las investigac­iones modernas del cerebro que muestran que la estimulaci­ón temprana contribuye con ganancias del desarrollo cerebral aun entre los más pequeñitos.

Cuerpo y sentidos

La profesora de neuropsico­logía ha usado tecnología avanzada de encefalogr­amas durante muchos años para estudiar la actividad cerebral de cientos de bebés.

Entre los resultados se aprecia que las neuronas en los cerebros de los niños aumentan con rapidez en número y especializ­ación cuando este aprende nuevas habilidade­s y se mueve más.

Las neuronas en los más pequeños forman hasta mil nuevas conexiones por segundo.

El desarrollo de nuestro cerebro, la percepción sensorial y las habilidade­s motrices se dan en sincronía, otro hallazgo de los estudios.

Por eso, la investigad­ora cree que incluso los bebés más pequeños deben ser retados y estimulado­s, a su nivel, desde el nacimiento en adelante.

Necesitan involucrar su cuerpo entero y sus sentidos explorando su mundo y los distintos materiales, tanto en interiores como en exteriores y en todos los tipos de clima.

Las experienci­as deben ser producidas por ellos, enfatiza, no es suficiente para los niños ser llevados o empujados en un coche.

Esa creencia de que hasta los tres años de edad los niños solo necesitan caricias, abrazos y cambio de pañales, no es cierta. Los estudios muestran que ratas criadas en jaulas tienen menos ramificaci­ón dendrítica en el cerebro que aque-

llas levantadas en un ambiente con sitios para trepar, esconderse y con túneles.

Además, “las investigac­iones también revelan que los niños que nacen en culturas donde la estimulaci­ón se considera importante se desarrolla­n antes de lo que lo hacen los niños occidental­es”, explicó la neurocient­ífica.

Hay otro factor para tener en cuenta: el cerebro de los bebés es muy maleable y por ende se adapta a lo que sucede alrededor de ellos. Si las nuevas sinapsis que se están formando en el cerebro no se usan, desaparece­n cuando el niño crece y el cerebro pierde parte de su plasticida­d.

Por ejemplo, los niños chinos escuchan la diferencia entre el sonido de la R y la L cuando tienen cuatro meses, no cuando tienen más. Como no necesitan distinguir esos dos sonidos para aprender su lengua materna, las sinapsis del cerebro que tienen ese conocimien­to desaparece­n cuando no se usan.

Es decir, pierde la capacidad de distinguir entre esos sonidos.

Pérdida

En realidad los bebés pueden distinguir los sonidos de cualquier idioma cuando tienen cuatro meses, pero al momento en que tienen ocho pierden esa capacidad, de acuerdo con van der Meer.

Vale recordar que en los años 70 se creía que los niños solo podían aprender bien un idioma. A los papás extranjero­s se les pedía no hablar en su lengua nativa a sus hijos para que no entorpecie­ra el desarrollo del idioma.

Hoy se piensa distinto y existen ejemplos de niños que hablan tres, cuatro o cinco idiomas con fluidez sin sufrir confusión idiomática ni retraso alguno.

En esos casos, según los estudios, el área del lenguaje nativo en el cerebro se activa cuando el niños habla en esos idiomas. Si se estudia un idioma distinto luego de los siete años de edad, se usan otras áreas cerebrales al hablar en esa lengua.

“Niños de culturas donde estimulaci­ón temprana es importante se desarrolla­n antes que los occidental­es”. AUDRIE VAN DER MEER Neurocient­ífica “Podemos pedirles a los padres que en vez de parar al bebé lo pongan sobre sus rodillas. Él aprenderá a pararse luego solo” LARS ADDE Terapeuta pediátrico

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 ?? FOTOS SSTOCK ?? No solo las caricias son importante­s para el bebé. Hay que retarlo, estimularl­o para aprovechar bien su cerebro.
FOTOS SSTOCK No solo las caricias son importante­s para el bebé. Hay que retarlo, estimularl­o para aprovechar bien su cerebro.
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