LO IMPORTANTE ES LA ESENCIA NO LA APARIENCIA
En una cultura que le dice a la mujer que su valor como persona se mide por su belleza física, no es de extrañar que las jóvenes, que no tienen todavía la madurez para comprender que su belleza no está solo en su apariencia, estén dis- puestas a lo que sea con tal de ser lo más atractivas posible. De ahí que la cirugía para agrandar los senos sea uno de los regalos más apetecidos hoy en día por las adolescentes. Y que sus padres, con la intención de complacerlas, se las patrocinen.
Una mujer con senos más grandes no es necesariamente más bella, pero sí más seductora. Lo grave es que esto les establece a las niñas que ser sexualmente atractiva es tan importante que vale la pena exponerse a una cirugía, que es un procedimiento con ciertos riesgos y una recuperación dolorosa.
Está visto que las mujeres que se han agrandado los senos por lo general se visten con escotes más atrevidos y prendas más insinuantes para resaltar sus nuevas figuras. Esto las pone en el peligro de ser consideradas mujeres “fáciles” y por lo mismo de ser acosadas por quienes las ven como objeto sexual. Lo que quiere decir que por arreglarles el cuerpo, se les puede desarreglar la vida.
Los padres que apoyan a sus hijas en este tipo de procedimientos lo hacen con la buena intención de ayudarlas a verse y sentirse mejor, seguramente convencidos de que así fortalecerán su autoestima. Sin embargo, una mujer más seductora no es necesariamente una mejor persona. Lo más valioso de las jóvenes son todas aquellas cualidades que emanan de su buen corazón y no de su apariencia, ya que son el producto de la hermosura de su alma.
Si lo que deseamos es enriquecer la autoestima y el bienestar de nuestras hijas, lo fundamental es que nos dediquemos a alimentar sus cualidades, haciendo énfasis en la belleza de sus sentimientos, la generosidad de sus afectos, los rasgos positivos de su carácter y todas las virtudes que las adornan. Así, contribuiremos a prepararlas para ganarse el respeto, la admiración y el aprecio de sus compañeros y amigos, debido a que las valoran por su esencia interior y no solo por su apariencia exterior