Mejor darles garantías que asistencia
“Estos son niños que afortunadamente están llegando al mundo con una madre y con un padre, por lo que no hay un proceso de restablecimiento de derechos sino una necesidad de que el Estado garantice que esas familias puedan tener las condiciones adecuadas, que en el proceso de reincorporación a la vida civil se garantice la posibilidad de un empleo o de alternativas de emprendimiento, para que sean las familias quienes puedan garantizar los derechos de los menores. La idea no es hacer un proceso asistencialista donde el Estado se encargue de un todo y por todo de los niños, es garantizar que esas familias pueden llegar a la sociedad y que nosotros les recibimos discriminarlos. El Estado, junto a la cooperación y al sector privado, puede garantizar que hayan opciones de empleo y formación para los padres, ya que son personas que tienen nula o muy baja educación. Las condiciones de los embarazos y de los primeros meses de vida de estos niños son bastante precarias y eso trae consecuencias fatales. En el corto plazo se debe garantizar que en estos campamentos hayan las condiciones mínimas como potabilidad del agua, que haya una alimentación adecuada para estas mujeres, para que haya una nutrición adecuada desde la gestación, de lo contrario lo que vamos a tener son niñas y niños que van a nacer con bajo peso. También hay que poner especial cuidado en la nutrición de los niños y la capacitación a las madres gestantes para los procesos de lactancia materna, ya que los primeros 100 días son claves. Además, se requiere hacer todo un proceso psicosocial con los padres porque es diferente estar en la guerra a estar en una situación de vida civil y muchos de ellos han estado acostumbrados a que la guerra y la violencia es su forma de relación, porque ese uno de los riesgos que vemos en términos de las relaciones familiares”.