CONTRA PROTESTANTES, REPUBLICANOS TIENEN QUE MANTENERSE FIRMES
En las últimas semanas, electores enojados han saludado a los congresistas republicanos en distritos de todo el país. Como alguien que se ha enfrentado a multitudes similares antes -y vivió para contar sobre ello- tengo un mensaje simple para los legisladores: Es tiempo de tolerar o callar.
Esas son las palabras exactas que dije a mis colegas republicanos en la legislatura estatal en el 2010, después de que hicimos grandes promesas durante la campaña. Era hora de gobernar, y eso es precisamente lo que hicimos enfrentando a los sindicatos del sector público que tenían demasiado control sobre el gobierno. Como respuesta, 100.000 protestantes descendieron sobre el Capitolio, mientras que otros protestaban en la residencia ejecutiva y hasta en mi casa.
A pesar de la intimidación, nos mantuvimos fuertes en nuestra lucha por los contribuyentes. Valió la pena, y hoy el presupuesto está equilibrado, los impuestos han bajado y hay más personas en el estado con empleo que nunca.
Los republicanos en Washington tienen que hacer lo mismo cuando se trata de Obamacare, reforma tributaria y el resto de su agenda. Sí, los liberales saldrán a protestar. Pero no permita que la izquierda moldee el debate. Explique que la pieza central en la agenda republicana, devolver autoridad a los estados, es la mejor solución a los problemas de la nación.
Ese es el mensaje que los gobernadores de la nación, incluyendo a 33 republicanos, llevaron a la Casa Blanca y a republicanos del Congreso esta semana. Yo personalmente presenté el caso a favor de devolver la autoridad a los estados, y más importante aún al pueblo, ante el presidente Trump, el vicepresidente Mike Pence, y los republicanos del Congreso.
Es así como nuestros fundadores se imaginaron a nuestro país, y es una causa que fue promovida por el presidente
Ronald Reagan y otros en ambos partidos, quienes saben que el gobierno es mejor cuando es cercano a los gobernados. Tristemente, el gobierno federal ha puesto barreras a la reforma, razón por la cual estamos entusiasmados por una nueva administración y un Congreso dispuestos a trabajar de la mano con los estados.
No solo se trata de difundir la ideología republicana -es una responsabilidad práctica con los votantes. Los americanos tenían una opción en noviembre: ¿adónde quiere que vayan sus dólares? ¿A su colegio local o a Washington? ¿A cuidar de los necesitados o a Washington? Su clara respuesta en el 2016 fue: “no a Washington”.
Pero no será fácil. Devolver la autoridad a los estados requerirá que los republicanos del Congreso muestren el coraje de sus convicciones.
Los republicanos en el Congreso deben prestar atención a estas lecciones. Devolver el poder a los estados llevará a la ira porque los liberales tratarán de defender el enorme tamaño del gobierno federal. Pero tomar el camino grande y audaz valdrá la pena. Por ejemplo, la derogación de Obamacare es solo una parte de la agenda; devolver la autoridad a los estados es un pedazo esencial de cómo reformar el sistema de cuidado de la salud de la nación.
No se trata, como lo han sugerido algunos críticos, de castigar a la gente. Se trata de ayudarlos a conectar con empleadores. Empleadores de Wisconsin están rogando por conseguir trabajadores libres de drogas con habilidades básicas. Como nunca me canso de decir a las multitudes, si Washington se retira del camino, podemos ayudar a la gente de Wisconsin, y asegurarnos de que la asistencia pública sea un trampolín, y no una hamaca.
Otros gobernadores han demostrado el coraje para hacer reformas como estas, Terry
Branstad, de Iowa sobre la negociación colectiva; Eric Greitens, de Missouri y Matt Bevin, de Kentucky con leyes de derecho a trabajar, y harán mucho más si nuestros aliados en el nivel federal están con nosotros.
Si lo hacen, lograremos que contribuyentes retengan más de su dinero, en lugar de centavos sobre el dólar del gobierno federal. Republicanos, demos la cara a los electores, y pongámonos a trabajar.
Devolver la autoridad a los estados requerirá que los republicanos del Congreso muestren el coraje de sus convicciones.