Ingenieros que mirarán la Tierra desde el espacio
La Universidad de Antioquia abre inscripciones para un programa único en el país.
Los futuros ingenieros aeroespaciales trabajarán en temas tan visionarios como sensores que toman datos desde el espacio, internet de las cosas, vehículos autónomos, nanosatélites, entre otros.
Julián Mauricio Arenas, asesor programático de esta nueva carrera y coordinador del programa, dice que los estudiantes de Ingeniería Aeroespacial se cultivarán en dos grandes áreas: aeronáutica o vuelo atmosférico – lo que implica operación, diseño y mantenimiento de aeronaves-, y vuelo espacial, o sistemas espaciales, diseño y operación de sistemas satelitales principalmente–.
La industria aeroespacial no sólo se compone de satélites artificiales, astronautas, cohetes, naves y telescopios espaciales.
Este pregrado asociado al departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Antioquia responderá a necesidades identificadas por la Aerocivil en asuntos aeronáuticos, pues se está registrando un crecimiento de casi el 20 % anual en el caso de las aerolíneas. En cuanto a temas espaciales, el Departamento Nacional de Planeación en documentos CONPES y la Comisión Colombiana del Espacio han planteado la necesidad de implementar tecnologías que ayuden a la sociedad en sistemas satelitales de observación de la Tierra, telecomunicaciones y navegación satelital.
“Este programa fue pensado para los retos que se vienen cerca del año 2025. Hici- mos una especie de predicción de tecnología, lo que llaman en inglés technology forecasting, que se basó en lo que está pasando actualmente en la industria y cómo estará en 10 años, con esto nos adelantaremos a tener profesionales que puedan responder a una tecnología nueva, que viene con una economía grandísima. Una oportunidad abierta para distintos países, incluido Colombia”.
Primero en región Andina
Colombia tiene tres programas de Ingeniería Aeronáutica, que hacen parte del área aeroespacial pues se enfocan en el diseño, mantenimiento y operación de aeronaves y vehículos que vuelan en la atmósfera. Sin embargo, Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de Antioquia será el primero ante el Ministerio de Educación del país, e incluso el primero de su tipo en la Región Andina. Aquí tanto la aeronáutica como la Ingeniería espacial serán dos áreas igualmente tratadas.
César Ocampo, actual director general de Colciencias, le contó a EL COLOMBIANO que este programa incluye herramientas del método científico, matemátona con el desarrollo integral de nuestra sociedad. “El programa no sólo preparará ingenieros para soportar la industria aeronáutica en varios aspectos, formará además ingenieros capacitados para entender los aspectos de crear y operar dispositivos, vehículos o sondas capaces de portar sensores de medición que captan y procesan datos de cualquier proceso natural o artificial que estén
ocurriendo en todo el territorio nacional, desde el mar, el suelo, la atmósfera y el espacio. Esta parte es de vital importancia si queremos entender y definir propuestas de solución problemáticas como el cambio climático y el calentamiento global”.
Ocampo, recién posicionado en la dirección de Colciencias, es ingeniero aeroespacial y doctor en astrodinámica de la Universidad de Colorado en Boulde. Asimismo está vinculado desde 1991 como investigador, docente, becario y consultor en la National Aeronautics and Space Administration, NASA; y sobre el currículo de esta carrera replica que “el programa como está diseñado es comparable en su rigor, alcance y profundidad con cualquier programa de Ingeniería Aeroespacial que se ofrecen en las escuelas de ingeniería de las universidades más destacadas del mundo, como por ejemplo el mismo que ofrece la Universidad de Texas and Austin, de la cual llegué a formar parte”.
Futuro laboral
Julián Arenas, quien también fue asesor programático de este pregrado, cuenta que la parte aeronáutica de la carrera se sustenta en el crecimiento que está teniendo el
país en este mercado. “Sólo el aeropuerto José María Córdova de Rionegro, pasó de mover dos millones de pasajeros a seis millones, en menos de año y medio. En los próximos cinco años se espera que suba hasta a 12 millones”.
Recientemente en Rionegro se conformó un grupo de empresas que trabaja en aeroespacial y busca formar una cadena de suministro de partes para aeronaves. También, Avianca tomó la decisión de trasladar toda su sede de mantenimiento de alto nivel desde El Salvador hasta el municipio de Rionegro, con la idea de tener una sede más grande en la que va a prestar servicios incluso a terceros.
“Adicionalmente, la compañía constructora de aviones Airbus está evaluando varios lugares en Latinoamérica para montar una línea de ensamblaje de aviones A320 y Rionegro es uno de los opcionados, por ser un excelente campo para pruebas de aeronaves”, agrega Arenas.
Carlos Alberto Palacio Tobón, Vicerrector de Extensión de la Universidad de Antioquia, cuenta que se tomó la decisión de aportar al proceso desde la academia con este programa y llevarlo a la Sede de Oriente para que esté alrededor de toda esta dinámica.
“El aeroespacial es una de las áreas de la ingeniería que tiene más aplicabilidad en la Tierra.
Los satélites y fotografías desde el espacio serán temas indispensables en un futuro próximo. Esto para conservación de bosques y monitoreo del ascenso en el nivel del mar, por ejemplo. Además estos profesionales aportarán al desarrollo agroindustrial, la agricultura inteligente, el análisis de zonas especiales para cultivos, la parte de atención y prevención de desastres, el desarrollo catastral, entre otras necesidades de la región”.
Contexto en Sudamérica
A principios de 2000 algunas líderes de la Ingeniería de Sistemas pedían empezar a formar gente en ciencias de la computación –llamada en inglés computer science–, lo que que no es lo mismo que hablar de Sistemas.
Está área del conocimiento se dedica al modelamiento matemático de una manera computacional, es decir, a la solución de problemas complejos como la exploración petrolera que genera millones de datos.
En este entonces, nadie hizo caso a esa necesidad en Colombia y actualmente ese tema ha transformado en todo el mundo la robótica, la
inteligencia artificial y el Big Data. Nuestro gobierno y las empresas quieren incursionar allí, el problema es que no hay profesionales que respondan a esa demanda.
Este es el ejemplo de que cuando una tecnología de esta envergadura se pone vigente, un país no puede incursionar en ella sin haber formado a sus profesionales unos 15 o 20 años años antes.
Ahora, en temas espaciales, Colombia es el país que avanza más lento en la región. Economías menores ya han comprado satélites, en principio adquiridos por medio de países desarrollados y en las que se han incluido acuerdos de transferencia de conocimiento.
“Ecuador y Perú están en el proceso de comprar un satélite grande, Bolivia ya lo tiene, Brasil los construye, Argentina está en el proceso de lanzadores, Chile y Paraguay tienen agencias espaciales. Colombia no tiene siquiera una agencia espacial”, argumenta el ingeniero Julián Arenas.
Esto demuestra que las tendencias de los nuevos negocios basados en el espacio están abriendo posibilidades rentables a los países en desarrollo.
La firma canadiense Deloitte estima que para 2019 las ganancias de este sector a nivel mundial serán del orden de los 516 billones de dólares. En el caso de Colombia se ha registrado un crecimiento de la industria aérea del 200%