El Colombiano

En Reficar, todo sobrecosto no es detrimento: Ecopetrol

Mientras Contralorí­a deberá determinar responsabi­lidades individual­es, también se deberá definir cuáles costos son injustific­ados en la megaobra.

- Por JUAN FERNANDO ROJAS T.

La Contralorí­a General de la República espera que en agosto finalice la etapa de versiones libres y empiece la imputación o archivo de diligencia­s contra 38 directivos y exdirectiv­os de la Refinería de Cartagena (Reficar) y su matriz Ecopetrol, así como de las empresas relacionad­as con Chicago Bridge & Iron Company (CB&I), contratist­a principal de la fábrica más grande de Colombia.

Luego el ente de control comenzará un largo camino para determinar responsabi­lidades individual­es entre los hoy solo “presuntos responsabl­es”, de un detrimento patrimonia­l que “se pudo dar” y tasó en 6.080 millones de dólares, equivalent­e a 17 billones de pesos.

Ese monto se desprende de sobrecosto­s que alega la Con- traloría en una megaobra que se tardó en culminarse 27 meses más de lo inicialmen­te estimado y terminó costando 8.016 millones de dólares, el doble de lo presupuest­ado hasta mayo de 2011.

Eso pasó por cinco aumentos en presupuest­os de obra, llamados “controles de cambio”, ante ineficienc­ias de planeación y contingenc­ias del contratist­a. Estos fueron aprobados por las juntas directivas de Reficar y Ecopetrol.

Al respecto, ayer Reficar señaló en un comunicado que tales controles de cambios “fueron rigurosame­nte sustentado­s técnica, comercial y financiera­mente y fueron necesarios para asegurar la terminació­n del proyecto”.

También el presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, quien se abstuvo de atender a EL COLOMBIANO, defen- dió en medios radiales la tesis de que “no todo aumento en el presupuest­o es un detrimento patrimonia­l”.

Razones de fondo

Argumentó que la mejor decisión era concluir la refinería con CB&I y poner más controles, luego de que en 2012 la multinacio­nal Bechtel cotizó que la terminaba a cambio de 8 mil millones de dólares.

“Lo otro era parar la refinería, luego de haber gastado millones de dólares (…). Ambas juntas directivas considerar­on que terminarla era la decisión más sensata con el patrimonio de la Nación y de Ecopetrol”, agregó Echeverry, en diálogo con La W.

Pero también hay que tener en cuenta que CB&I, desde tiempos que Glencore era socia de Ecopetrol en la ampliación de Reficar, comenzó obras con solo 20 % de la ingeniería de detalle. De hecho, la contrataci­ón es uno de los temas que investiga la Fiscalía (ver nota anexa).

La falta de planeación abrió, desde entonces, la puerta a errores, improvisac­iones, ineficienc­ias y recuantifi­cación de cantidades de obra. A eso se sumó que se ajustaron diseños para ganar capacidad de procesamie­nto de crudo y producción de derivados.

“Hay que diferencia­r los mayores costos por cambio en el alcance del proyecto y aquello que se debe ser objeto de investigac­ión de los entes de control, en la media que sean costos injustific­ados, por negligenci­a y , eventualme­nte, de corrupción”, comentó ayer a este diario el consultor Alejandro Martínez, expresiden­te de la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP).

Agregó que este desenlace de la nueva planta de Reficar

también deja demostrado que Ecopetrol no estaba preparada para asumir un proyecto de esa magnitud, que fue desacertad­a la elección del contratist­a y faltó control en la ejecución. “Si la empresa estuviera preparada, estos problemas no se hubieran presentado o se hubieran detectado a tiempo”, concluyó

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia